LOS PREDICADORES DE PROSPERIDAD VS. LA PALABRA DE DIOS
El mensaje de la Biblia está en contraste directo con lo que
los predicadores de prosperidad están diciendo.
Los predicadores de prosperidad nos dicen que tenemos que obtener más para nosotros mismos, pero Jesús nos dijo que debíamos deshacernos de lo que ya tenemos (Lucas 12:33). ¿Quién tiene razón—ellos o el Señor Jesús? Los predicadores de prosperidad nos dicen que Dios quiere que seamos ricos, pero el Apóstol Pablo dijo que los que quieren enriquecerse caen en muchas tentaciones y lazos, y en codicias necias y dañinas, que hunden a los hombres en la destrucción (1 Timoteo 6:9). ¿Quién tiene razón—los predicadores de prosperidad o el Apóstol Pablo? Los predicadores de prosperidad nos dicen que no debemos estar contentos con lo que tenemos, si no que debemos ordenar a Dios que nos dé más, pero la Biblia nos manda a estar contentos con lo que tenemos (Hebreos 13:5). ¿Quién tiene razón—ellos o la Palabra de Dios? Los predicadores de prosperidad nos dicen que Dios quiere que tengamos lo mejor que este mundo nos ofrece, pero el Apóstol Juan nos dijo que si vivimos como el mundo y amamos las cosas del mundo ni siquiera somos salvos (1 Juan 2:15). ¿Quién tiene razón? ¿A quién debemos creer, a ellos o al Apóstol Juan? Los predicadores de prosperidad están levantándose en frente de audiencias mundiales y jactándose de cuanto oro y plata tienen, pero el Apóstol Pedro tuvo que decirle a un pobre mendigo que él ni siquiera tenía dinero para darle (Hechos 3:6). Pedro no estaba mintiendo. ¡Él realmente no tenía dinero! ¿Quién tiene razón—los predicadores de prosperidad o el Apóstol Pedro? Los predicadores de prosperidad se han levantado en medio de la Iglesia y han usado las cosas de Dios para acumular más ganancias financieras para ellos mismos, pero cuando Jesús entró a la casa de Dios, Él hizo lo opuesto, se hizo un látigo de cuerdas y echó fuera a todos los que estaban allí para hacer dinero
Los predicadores de prosperidad nos dicen que tenemos que obtener más para nosotros mismos, pero Jesús nos dijo que debíamos deshacernos de lo que ya tenemos (Lucas 12:33). ¿Quién tiene razón—ellos o el Señor Jesús? Los predicadores de prosperidad nos dicen que Dios quiere que seamos ricos, pero el Apóstol Pablo dijo que los que quieren enriquecerse caen en muchas tentaciones y lazos, y en codicias necias y dañinas, que hunden a los hombres en la destrucción (1 Timoteo 6:9). ¿Quién tiene razón—los predicadores de prosperidad o el Apóstol Pablo? Los predicadores de prosperidad nos dicen que no debemos estar contentos con lo que tenemos, si no que debemos ordenar a Dios que nos dé más, pero la Biblia nos manda a estar contentos con lo que tenemos (Hebreos 13:5). ¿Quién tiene razón—ellos o la Palabra de Dios? Los predicadores de prosperidad nos dicen que Dios quiere que tengamos lo mejor que este mundo nos ofrece, pero el Apóstol Juan nos dijo que si vivimos como el mundo y amamos las cosas del mundo ni siquiera somos salvos (1 Juan 2:15). ¿Quién tiene razón? ¿A quién debemos creer, a ellos o al Apóstol Juan? Los predicadores de prosperidad están levantándose en frente de audiencias mundiales y jactándose de cuanto oro y plata tienen, pero el Apóstol Pedro tuvo que decirle a un pobre mendigo que él ni siquiera tenía dinero para darle (Hechos 3:6). Pedro no estaba mintiendo. ¡Él realmente no tenía dinero! ¿Quién tiene razón—los predicadores de prosperidad o el Apóstol Pedro? Los predicadores de prosperidad se han levantado en medio de la Iglesia y han usado las cosas de Dios para acumular más ganancias financieras para ellos mismos, pero cuando Jesús entró a la casa de Dios, Él hizo lo opuesto, se hizo un látigo de cuerdas y echó fuera a todos los que estaban allí para hacer dinero
(Marcos 11:15). ¿Ha cambiado su mente el Señor? ¡Nunca! ¡Él es el mismo ayer,
hoy y siempre! Los predicadores de prosperidad nos dicen que Dios quiere que seamos ricos, prósperos, y sin ninguna necesidad, pero el Señor Jesús dijo que tales personas le hacen querer vomitar (Apocalipsis 3:16-17).
Los predicadores de prosperidad nos dicen que debemos servirles y contribuir a sus ministerios, pero el Señor Jesús vino a servirnos y darnos todo lo que tenía (Marcos 10:45). Los predicadores de prosperidad nos dicen que debemos dar a sus ministerios y a cambio seremos extraordinariamente bendecidos por Dios, pero cuando un hombre en la Biblia trató de dar dinero al Apóstol Pedro para recibir la endición del Espíritu Santo, el Apóstol lo reprendió y condenó (Hechos 8:18-23). Los predicadores de prosperidad nos dicen que merecen tener dinero por la gran unción que tienen y que nosotros debemos dárselo, pero el hombre de Dios, Elías, ni siquiera quería aceptar una ofrenda de un hombre sanado bajo su ministerio; y más aún, cuando su siervo fue y recibió el dinero sin la aprobación del profeta, Elías lo reprendió y el Señor maldijo a él y sus descendientes para siempre (2 Reyes 5). Los predicadores de prosperidad nos dicen que el mundo debe amarnos por nuestra prosperidad y que debe desear ser como nosotros, pero el Señor Jesús pronunció penas espantosas sobre las personas de quienes el mundo habla bien (Lucas 6:26). Los predicadores de prosperidad nos dicen que Jesús vino a darnos vida abundante y que esto significa que debemos abundar en las cosas materiales que poseemos, pero el Señor Jesús dijo que esta vida abundante es la Vida Eterna y esa vida no consiste en las cosas materiales que un hombre posee (Juan 10:10,Lucas 12:15). ¿Debemos creer a estos prominentes predicadores adinerados que viven en abundancia, o al manso y humilde Señor Jesús? Los predicadores de prosperidad nos dicen que debemos usar a Dios para conseguir dinero, que Dios quiere que tengamos más dinero, pero Jesús dijo que no podemos servir a Dios y a el Mammón (Mateo 6:24). El Señor dijo que o amaremos a las riquezas y aborreceremos a Dios, o seguiremos a Dios y aborreceremos a las riquezas, pero no podrá haber neutralidad, y no podemos aspirar ambos. ¿Entonces debemos creerles mientras sirven a Dios y a las riquezas a la vez (demostrado por sus estilos de vida extravagantes y lujosos), o debemos creer a Jesús que menospreció los bienes del mundo para agradar al Padre en todas las cosas?
Publicado Por: Iglesia del Dios Viviente Columna y Baluarte De La Verdad
Autor: Diego Mauricio Ortiz Guerrero
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