«Luego dijo Dios: Haya una bóveda en medio de LAS AGUAS, y separe LAS AGUAS de LAS AGUAS. E hizo Dios la bóveda, y separó LAS AGUAS que estaban debajo de la expansión, de LAS AGUAS que estaban sobre la expansión. Y fue así. Y llamó Dios a la bóveda Cielos... Dijo también Dios: Júntense LAS AGUAS que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco. Y fue así. Y llamó Dios a lo seco TIERRA, y a la reunión de LAS AGUAS llamó Mares. Y vio Dios que era bueno.» (Génesis 1:6-10)
Rotundo y clarísimo! Nada de lo escrito coincide con el postulado cientificista de agencias espaciales, bolas giratorias, Carl Sagan, alienígenas ancestrales y satélites galácticos, pura fantasía que contradice a la Sempiterna Palabra Creadora, y eso que se supone que la Biblia es el libro sagrado de los cristianos pero sin embargo sus líderes no creen en ella.