AVARICIA EVANGÉLICA
Los
seguidores de estos hombres, quienes los aman casi al borde de la idolatría, no
quieren entender, y algunos de ellos no quieren conocer, que sus “padres”
espirituales, anunciadores del falso evangelio de la prosperidad; que a la
sazón se hace llamar “apóstoles”, “profetas”, “pastores”, etc. Los mantienen
adormecidos en la ignorancia bíblica y los envenenan espiritualmente con sus
falsas enseñanzas, con la única finalidad de aprovecharse de sus vidas y en
especial de sus ingresos económicos. Esta motivación está cargada nada más y
nada menos que de pura avaricia.
Estos son los Mercaderes, de la fe, a quienes vemos en los “pulpitos o escenarios”, con actitudes altaneras y luciendo toda clase de ornamentos, para mostrar a la audiencia engañada que el lujo y el confort es sinónimo de “bendición”. Moviéndose de un lado a otro, dando saltos y brincos mientras mezclan alguna breve enseñanza bíblica manoseada para sustentar su avaricia con chistes y burdas frases dizque para hacer más amena y “dinámica” la “predicación”. ¡Qué terrible! Estos mercaderes de la fe, no dudan en “vender” hasta sebo de culebras con un manto de espiritualidad, con la finalidad de tener un grupo de individuos cautivos de donde exprimir y explotar, su torcida fe en los hombres, sus ingresos y sus fuerzas, con el único fin de mantener su ¡Avaricia!
Estos son los Mercaderes, de la fe, a quienes vemos en los “pulpitos o escenarios”, con actitudes altaneras y luciendo toda clase de ornamentos, para mostrar a la audiencia engañada que el lujo y el confort es sinónimo de “bendición”. Moviéndose de un lado a otro, dando saltos y brincos mientras mezclan alguna breve enseñanza bíblica manoseada para sustentar su avaricia con chistes y burdas frases dizque para hacer más amena y “dinámica” la “predicación”. ¡Qué terrible! Estos mercaderes de la fe, no dudan en “vender” hasta sebo de culebras con un manto de espiritualidad, con la finalidad de tener un grupo de individuos cautivos de donde exprimir y explotar, su torcida fe en los hombres, sus ingresos y sus fuerzas, con el único fin de mantener su ¡Avaricia!
Detrás de esa
avaricia se esconden muchas motivaciones, alguna de ellas tienen asidero en estos
enunciados:
Miran a su
“congregación” o “matadero espiritual” como una empresa, a la que han diseñado con precisión para lucrar.
En su mente y corazón, su llamada “iglesia” es un mero negocio, por medio del cual viven. Vendiendo productos intangibles esotéricos como:
■Humanismo,
la exaltación del hombre.
■Historias
de “éxito” donde Dios es lo que menos importa y lo que más reluce es el
cultivar el ego,
■Fabulas, cuentos de viejas, historias de apariciones, etc., con la finalidad reemplazar la verdad bíblica y la fe en la palabra de Dios.
■“sueños”,
■“falsas profecías” los productos más “vendido”,
■“la visión”,
■“la unción”,
■“Propósito para tu vida (Que se traduce en pasión por las riquezas)”
■“las coberturas”,
■“el espiritismo” contacto con
demonios, se conoce más de
espíritus demoníacos, antes que del propio Espíritu Santo, a través de la
Biblia.
■“Las ministraciones” o
tumbaderas al suelo”,
■“Los
encuentros, reencuentros y retiros”
Etc.
Necesitan
engañar y manipular a sus seguidores, con la finalidad de mantener su estatus social
y económico. Cuando
el dinero escasea entonces inventan o asumen trucos y técnicas de “asalto o
robo espiritual” que funcionan muy bien en otros lugares y “ministerios”, como
los llamados “pactos”, que es un acto muy similar al “pago a la tierra”
practicada por chamanes en Sudamérica y otros países. A la tierra se le
“siembra” dinero, chicha de maíz, etc. como pago para a cambio recibir
“bendiciones”. Siempre es el mismo principio de adoración directa a los espíritus
demoníacos. Estos mercaderes de la fe y amantes de la avaricia tienen esto tan
entornillado, en sus corazones amantes de los tesoros terrenales, que no dudan
en mentir, manipular y engatusar a sus crédulos seguidores. El dinero es
importante dicen a voz en cuello: “para que el reino se extienda” y tus ciegos
seguidores dicen ¡Amén! Pero no saben que estos mercachifles del falso
“evangelio” de la avaricia, hablan de su “reino” de engaño y de embustes.
Cuando no hay dinero, sienten que la vida se les va y su desesperación es tal
que echan mano de todo medio con el fin de mantener en pie su lucrativa
“iglesia” o “negocio” “espiritual”.
Pero al
Creador del universo damos toda gloria, porque su palabra, en la pluma del
Apóstol Pedro, ya nos muestra las cualidades de estos individuos, que le venden
las almas a Satanás, a cambio de la gloria de las riquezas.
2da. De Pedro 2:1-3 Pero hubo también falsos profetas
entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán
encubiertamenteherejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató,
atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. Y muchos seguirán sus caminos
perniciosos, y por causa de ellos el camino de la verdad será blasfemado; y por
avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas, sobre los cuales
la condenación ya de largo tiempo no se tarda, y su perdición no se duerme.
-La Biblia les llama falsos profetas, es decir falsos enviados, falsos hombres que hablan en nombre de Dios, cuando niegan con sus vida, palabras y actos al mismo Dios y a su palabra.
-Estarán
en medio aun de los redimidos, aunque nunca fueron salvo, estarán ahí como la
cizaña que crece junto al trigo, nacidos para juicio y condenados ya por la
eternidad.
-Introducirán
encubiertamente herejías destructoras, ¿Por qué destructoras? Porque el veneno
de sus falsas enseñanzas, asegura la destrucción del alma y a su vez aseguran
la muerte espiritual de muchos que los siguen ciegamente. Además de ello hay
que destacar que la falsedad de sus enseñanzas es tan efectiva para la
destrucción de congregaciones y concilios enteros desplazando la sana doctrina
bíblica para dar lugar, a las experiencias, al espiritismo y a la sabiduría del
hombre.
-Negaran
al Señor, del cual pretenden ser sus “siervos”, y lo negaran, enseñando que la
salvación no es efectiva y no es tan importante como si lo es el convertirse en
una persona prospera y rica. Además de enseñar que la salvación depende del
esfuerzo finito y con tendencia al pecado, que posee el ser humano.
-Serán
destruidos repentinamente.
-Serán
seguidos por miles. Tendrán “negocios” o congregaciones gigantes, como
mega-iglesias o mega-negocios o mega-mataderos espirituales.
-Ellos
traerán insulto y desprecio para el verdadero evangelio de nuestro Señor
Jesucristo, a causa de hacerse pasar por “siervos” de Dios cuando simplemente
son ministros y servidores del maligno. A causa de sus necedades,
infatuaciones, liviandades y demás maldades, muchos negaran la fe en Jesucristo
y aun otros dirán que el poder de Dios es ineficaz para cambiar a una persona y
darle una nueva vida.
-Por amor al dinero,
los placeres y todo deleite humano, harán de sus ciegos seguidores, mercaderías
espiritualmente hablando, vendiéndolas al mejor postor, a Satanás el príncipe y
padre de toda mentira. Y para llegar a ello, harán uso de palabras fingidas,
palabrerías, fabulas, “sueños”, falsas profecías, adivinación y demás
atrocidades que hoy se toman como manifestaciones del Espíritu.
Por ser apostatas y
porque nunca nacieron de nuevo y como nunca fueron parte del cuerpo de
Jesucristo, aunque estuvieron dentro del, su condenación no se tarda y una
terrible expectación de condenación eterna les espera, por ser piedra de
tropiezo para miles.
Estimado lector, es
tiempo de regresar a las escrituras y desechar el veneno de la apostasía, que
emborracha y sabe dulce pero su fin es hacer morir el alma y asegurar para
siempre la muerte del espíritu. Si tiene pastores, o dirigente de su iglesia
involucrada en la apostasía, huya de ese lugar, no sin antes dar la voz de
alerta a muchos que viven encadenados a doctrinas de demonios.
La Palabra le dice a
todas estas congregaciones: Apocalipsis 18:3-5 Porque todas las naciones han bebido
del vino del furor de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado
con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de
sus deleites.
Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid
de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis
parte de sus plagas; porque sus pecados
han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades.
Predique
el evangelio, evangelícelos para que lleguen al conocimiento de la verdad,
muchos de ellos, no son salvos. Hable de Jesucristo y la doctrina Bíblica y el
Señor Salvara a través de su Santo Espíritu a aquellos que se añadirán a la
verdadera iglesia Del Dios Viviente Columna y Baluarte de la Verdad, compuesta
por todos los salvos por pura gracia y redimidos por la preciosa y santa sangre
de nuestro señor Jesucristo para una vida eterna.
Autor: Diego Mauricio Ortiz Guerrero
AVARICIA EVANGELICA