miércoles, 21 de marzo de 2012

VOLVIENDO A LA SANA DOCTRINA


PILARES DE LA LEY DEL NUEVO PACTO

Recientemente, pregunté a varios cristianos, la mayoría de ellos líderes, o que llevaban en la iglesia muchos años, ¿cuáles son los dos pilares principales de la ley del Nuevo Testamento?  Casi todos respondieron: “Amar a Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente, y amar al prójimo como a ti mismo”. (Ver Mateo. 22:37-40)  Antes de que continúe leyendo, ¿cuál sería su respuesta?  En realidad los dos mandamientos arriba mencionados, son los “pilares” en los cuales descansa todo el Antiguo Testamento, no el Nuevo.  Los pilares del Nuevo Testamento son: “Y éste es su mandamiento: Que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos unos a otros como nos lo ha mandado.  Y el que guarda sus mandamientos,  permanece en Dios,  y Dios en él.  Y en esto sabemos que el permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado.” (I Juan 3:23-24).

Mientras seamos ignorantes de esto, yo creo que nuestra falta de entendimiento de los fundamentos más simples del cristianismo, nos ha ocasionado el caer de la gracia.  El lector puede al comienzo, no ver la diferencia entre las dos escrituras, pero es tan enorme como lo es la vida de la muerte.  Debo insistir en la importancia que tiene el entender esta diferencia.  Nosotros nos hemos esclavizado a un pacto de muerte, y ahora estamos cosechando los frutos.  Debemos regresar a lo establecido por Jesucristo.  Por los últimos dos mil años, la iglesia se ha desviado siendo guiada hacia las tradiciones de los hombres y doctrinas de demonios.  El propósito de este artículo, es el de re-establecer los dos pilares de los cuales la mayoría del cristianismo se ha desviado regresando a las reliquias del Antiguo Pacto al cual Pablo lo llama “ministerio de condenación” y “ministerio de muerte”. (2 Corintios 3).

Si edificamos sobre una base falsa, ¿no será esto consumido por el fuego de Dios? ¿no removerán las tormentas toda la arena, revelando la base inestable? y ¿si el árbol no da buenos frutos no será cortado y echado fuera por El Señor? ¿No es mejor para nosotros el arrepentirnos mientras podamos y  pasar el resto de nuestras vidas edificando sobre una base segura y no continuar en tradiciones que sabemos   terminaran en el fuego?.  Yo personalmente creo, que el entender la diferencia entre estos dos pilares es absolutamente crucial para la vida cristiana.  La respuesta equivocada que  muchos líderes  y cristianos de la iglesia dieron, muestra lo profundo y lejos que hemos caído de la gracia.  Es mi esperanza que este artículo sea el instrumento que lleve a  muchos cristianos de regreso al verdadero fundamento.  Tal vez si regresamos al fundamento de la vida  y no de muerte, podamos descubrir los dones y frutos del Espíritu.  Podamos empezar a manifestar la realidad de Cristo en vez de la hipocresía tan frecuentemente exhibida. (Las primeras páginas explican un poco acerca de mi trasfondo, y de lo que me llevó a escribir este artículo.  Si quiere  obviar esta parte, e ir al corazón del asunto, vaya al título  “Mezclando ley y gracia”.

La búsqueda de la verdad

Con seguridad, uno de los aspectos más frustrantes al llegar al cristianismo, ha sido el determinar lo que Dios requiere de mi.  Muchos cristianos se establecen en una o dos denominaciones, aceptan sus miembros más o menos y continúan con sus vidas.
Cuando fui salvo, inmediatamente me encontré en varias y diferentes denominaciones, viniendo de diferentes direcciones.  Como nuevo creyente, tuve que luchar con todos los asuntos que han dividido a los cristianos en miles de sectas, tales como: seguridad eterna versus salvación condicional (Calvinismo vs. Arminianismo);  dones  para hoy o no, bautizo en agua, necesario o no; cuál forma de bautizo es la correcta;  hay aun apóstoles y profetas? Cuál es la forma de gobierno apropiado para la iglesia?  Tortura eterna vs. Aniquilación vs. Salvación de toda la humanidad; obras vs. Ley; puede un cristiano ser poseído por demonios?; cual es el día de reposo (Sábado o Domingo); y muchos más asuntos tan controversiales como los ya mencionados.

Mi conversión fue un poco dramática.  Me identifico con la experiencia de Pablo camino a Damasco.  Por la forma como Dios me llamó,  yo pasé del ateísmo al cristianismo zelote de la noche a  la mañana.  Yo tenía una tremenda energía y deseo de aprender.  Ese deseo no se ha apagado en todos estos años.  Siendo un hombre de negocios independiente, por la gracia de Dios, yo podía ganarme la vida y aun tener tiempo para investigar sobre los temas arriba mencionados.  Estando enamorado de mi Padre, el Creador del universo, yo quería mostrarle respeto siendo obediente a Su Palabra, fuera lo que fuere.
Durante mis primeros años en el cristianismo, yo asistí  aproximadamente a  200 diferentes iglesias con todo tipo de creencias.  Para alguien que nunca ha estado expuesto a diferentes sistemas de creencias, es difícil imaginarse el tormento que todas estas creencias me causaron.  La parte más frustrante de esta experiencia, tal vez fue el hecho de que los líderes de las iglesias,  quienes trataban de convencerme de sus creencias,  me miraban  sin pestañar y me decían que su fe estaba basada estrictamente en la Biblia.  Un pastor me dijo que los cristianos que hablaban en lenguas hoy día, lo hacían bajo  el poder del demonio,  y otro me dijo que el que no hablaba en lenguas no había nacido de nuevo.  Ambos justificaban sus posiciones en la misma Biblia.
Para aquellos de ustedes que no han pasado por este calvario,  los animo a que lo hagan.  ¿Cómo sabe usted si su secta divide correctamente La Palabra de Dios?  Vaya,  busque  media docena de denominaciones diferentes a la suya, y con sinceridad trate de entender porque creen lo que creen.  Quítese el traje de la tradición que recibió en su denominación y póngase el de otra, y vea que pasa.  Oh si, cada denominación tiene su propia vestidura espiritual.  Somos  más esclavos de la tradición de lo que queremos reconocer.  Un viaje a unas cuantas denominaciones, solo le revelará cuánto ama su vestidura.  Ellos tratarán de quitarle su vestidura y darle otra.  Entonces usted verá  si lleva la vestidura de la rectitud de Jesús o la vestidura de la tradición del hombre. Después de estar en varias denominaciones con diferentes creencias,  me sorprendió e hecho de que todos ellos están convencidos de que sus puntos son bíblicamente correctos.  ¿Cómo puede una denominación decir  que el bautizo es esencial para la salvación, mientras que otra usando la misma Biblia dice que no lo es?  Toda esta variedad de creencias me hizo llorarle a mi Padre Celestial desde lo más profundo de mi alma.  Yo creo que la mayoría de los cristianos que se contentan solo con sentarse cómodamente en la banca de una iglesia, uno o dos días a la semana, y aceptar lo que sea enseñado por su pastor y denominación, no tienen la oportunidad de experimentar este doloroso llanto del corazón, tal vez para su detrimento.  Todas estas diferencias en la misma Biblia, me llevaron a buscar al Espíritu Santo para que me guiara a la profundidad que estoy seguro nunca habría entrado  si me hubiera contentado con lo que una denominación enseñara acerca de todos los temas de la doctrina cristiana.  Debido a que muchos de estos líderes usaban el miedo de perder la salvación, yo no creí de acuerdo a ellos y tomé el estudio seriamente.  (Por favor recuerde, todos estos líderes de iglesia, con sus diferentes creencias, estaban convencidos de estar en lo correcto, según la escritura, mientras las otras denominaciones estaban en error).
Después de muchos años de lucha, yo finalmente encontré unas verdades simples delante de mis ojos,  pero que seguían enterradas en la “tradición de los ancianos”.  El pasar mucho tiempo estudiando la iglesia primitiva, y el hacer estudios de la palabra en el lenguaje original, fue de mucha ayuda.  El hablar personalmente con algunos de los traductores de varias de las traducciones de la Biblia en ingles, verdaderamente me abrió los ojos a algunos de los engaños  que van en la traducción  de la Biblia.  Esto me permitió ver porque hay tantas contradicciones en las  Biblias  en ingles, mientras no hay contradicciones en los textos Griegos o Hebreos en los cuales se basan las traducciones.  “La tradición de los ancianos” ha ido más allá de producir sectas opuestas al cristianismo,  ha llegado a afectar la traducción de la Biblia misma,   (Eso será para otro artículo).   En este artículo, quiero darle al lector la llave que espero llene de gran gozo su corazón.   Yo espero que éste haga libre a muchos lectores de toda condenación, culpa,  y esclavitud a las tradiciones de los hombres y doctrinas de demonios. Tratar de obedecer a Dios en mí caminar  mientras escuchaba todas estas “voces de religiones” se hizo imposible.  Estos líderes de iglesias, presentaban en las reuniones de Alianza Ministerial, una voz de unidad, pero en sus oficinas cuando trataban de defender lo que ellos verdaderamente creían,  acusaban a los otros pastores de estar en error.  Todas estas diferencias entre denominaciones, y aun diferencias entre pastores de una misma denominación, me causo una gran angustia (sin saber en quien confiar o creer),  pero todo obró para bien.   Esta confusión entre denominaciones me hizo orar más y pasar más tiempo estudiando que lo que hubiera hecho si no confronto estos puntos de vista.  En otras palabras, este sufrimiento, esta confusión, sus contradicciones, las contradicciones de varias traducciones de la Biblia, me hicieron correr al lugar que Jesús me había dicho desde el comienzo. “Si algo pidieres en mi nombre, yo lo haré.  Si me amáis, guardad mis mandamientos.  Y yo rogaré al Padre, y os dará  otro consolador,  para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce;  pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.  No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros”  (Juan 14:14-18). “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las  podéis sobrellevar.  Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.  El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.”  (Juan 16:12-14).
Algunos de ustedes tal vez no entiendan  el tormento que estas diferencias causan al alma de alguien que sinceramente trata de obedecer a su Hacedor.  Algunos de estos pastores mantienen la salvación de uno condicionada  a,  si estas bautizado apropiadamente  o dentro de la correcta denominación.   Los dos simples rituales encontrados en el Nuevo Testamento, bautizo en agua, y santa cena, me causaron gran angustia, debido a las diferencias en la enseñanza de estos.   El propósito de este artículo, no es el de discutir lo que aprendí con relación a esas diferencias.  Solo quiero señalar que aún en los más simples fundamentos doctrinales, hay grandes diferencias de creencia entre las denominaciones cristianas.  Más aún, algunas de ellas enseñan, que nuestra vida eterna está en juego, sino nos conformamos a sus estándares.  Jesucristo habló de sufrir con El.  Las puertas de la Nueva Jerusalén en el libro de Apocalipsis, son perlas.  Las perlas se producen cuando arena entra en la ostra e irrita su tejido.  La ostra produce secreción alrededor del objeto de la irritación, lo cual eventualmente se convierte en perla.  Tal vez  eso es lo que significa toda esta confusión.  No lo sé, pero hubo mucho sufrimiento, mucho rechazo, con frecuencia yo sabía que mi corazón está siendo mal interpretado. Hubo momentos cuando fui tildado de hereje,  divisorio o no-sujeto simplemente porque hacía muchas preguntas o no podía aceptar todo el paquete de creencias de una denominación particular.

Mezclando Ley y Gracia

 Después de ser libre de “temor al hombre”, descubrí que una de las grandes fuentes de confusión entre estas sectas, era “¿cuáles son los mandamientos o leyes de Nuevo Testamento?”  Al preguntarles a estos líderes, sus respuestas variaban demasiado.  Unos creían que en realidad era toda la Ley Mosaica excepto los sacrificios de animales.  Otros creían que eran porciones de las leyes dietéticas y morales  de Moisés.  Otros creían que eran los Diez Mandamientos mas aquellas leyes a las cuales Jesús se refirió en el Nuevo Testamento, especialmente sus afirmaciones del “Sermón del Monte”.   Tratar de acertar cuales leyes especialmente obligaban a los cristianos, y de  determinar las consecuencias por violarlas,  era una labor inútil.   Cuando la presión empezó a empujar, estos pastores y maestros no pudieron o no quisieron aclarar la confusión.   Parecía que les gustara mantener sus estándares  nublados, opacos y oscuros.  Ahora veo que mantener sus leyes no claras, les daba ventajas.  Siendo la autoridad “espiritual” en su iglesia esto les daba la oportunidad de usar o crear leyes como la ocasión lo requiriera.Por ejemplo: escuché que un pastor le dijo a un recién convertido que debía afeitarse su bigote o se iría al infierno.  El pastor citó la Escritura donde Pablo nos enseña que la naturaleza  dice que el hombre debe llevar el pelo corto.  Luego le dijo que aquellos cristianos que no obedecen a sus ancianos, están en rebelión.  Después procedió a citar unos cuantos pasajes del Antiguo Testamento intimidándolo y diciendo  que la gente rebelde no iba al cielo, ya fuera cristiano o no.
Todos estos sistemas tienen una cosa en común: ellos mezclan porciones de la Ley Mosaica y de la Gracia.   Por supuesto, ellos tienen la Escritura para justificar la mezcla.  Abajo hay unos cuantos de sus favoritos
“No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir,” (Mateo 5:17). “Todo  aquel que comete  pecado, infringe también la ley;  pues el pecado es infracción de la ley.” (1 Juan 3:4). “Pero sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente;”  (1 Timoteo 1:8).  Estas referencias y otras se citan para decirnos que las porciones de la Ley Mosaica que ellos proclaman,  y siguen  atando a los creyentes hasta el Nuevo Testamento,  nos juzgarán en el juicio del Gran Trono Blanco.  El violar estos mandamientos, puede causarnos muchos castigos  desde: perder nuestra recompensa,  ser golpeados con muchos azotes, pasar tiempo en el purgatorio (en algunas denominaciones), hasta tortura eterna en el infierno.  Habiendo pasado largas sesiones con líderes de iglesias tratando de explicarles sus mezclas,  la mezcla de la Ley Mosaica y la Gracia, estoy seguro que sus motivos estaban mezclados de sinceridad, ignorancia y algunas veces motivos corruptos de ambición o deseo de controlar a la gente. La confusión se quitará cuando dividamos los componentes del Viejo y Nuevo pacto.   Descubriremos que la Ley de Viejo Pacto no es la misma de la del Nuevo Pacto.  El símbolo /  divide la “sombra” del Viejo Pacto de la “realidad” del Nuevo Pacto. 
°  Un Dios- Yahvé     /     Un Dios -  Yahvé     (Yo no cambio)
°  La Gloria Shekinah     /     La Presencia de Dios, Espíritu Santo, Jesús (Juan 1:7-9, 14).
°  Un pacto entre dos, Dios y el hombre con bendiciones y maldiciones en esta vida con dos pilares     /     Un pacto entre dos, Dios Padre y El Hijo representando al hombre, con dos pilares.  (Génesis 15: 1-18;  Gálatas 4:21-31).
°  Un mediador- Moisés     /     Jesús (1 Timoteo 2:5)
°  Un Sumo Sacerdote- descendientes de Arón un Levita     /     Jesús de la tribu de Judá, según el orden de Melquisedec  y sin ancestros o línea sanguínea (Hebreos 10:21).
°  Un Sacerdocio- Levitas     /     Cristianos (1 Pedro 2:5,9).
°  Un sitio de reunión (Tabernáculo o Templo) – donde quiera que estuviere el Arca del Pacto     /     Donde quiera que estén los creyente reunidos en Cristo (1 Corintios 6:19,  Mateo 18:20).
°  Un Altar rociado con sangre de animales     /     Los Cielos rociados con la sangre de Jesucristo (Heb 13:10).
°  Jerusalén ciudad terrenal escogida     /     Nueva Jerusalén – Ciudad Espiritual (Apocalipsis 21:2).
°  La Fuente para el lavamiento     /     Lavamiento de la regeneración (Tito 3:5).
°  Sacrificios de corderos, machos cabrios, toros, aves, grano etc.     /     Vida dedicada de los creyentes (Romanos 12:1-2).
°  Cordero Pascual     /     Jesucristo (1 –Corintios 5:7).
°  Cena de Pascua     /     Pan y Vino (cuerpo y sangre) de Cristo (Juan 6).
°  Fiesta de los Tabernáculos (congregación)     /     La vida de Cristo derramada para atraerlos a todos (Juan 7:1, 2,37-39; Juan 12:32).
°  Incienso     /     Oraciones sinceras de los creyentes (Ap. 5:8).
°  El Candelero en el Templo     /     Señor Dios, Cristo y Su Cuerpo (Ap. 22:5; Juan 1:7-9; Juan 8:12; Mateo 5:14).
°  Sábado día de reposo (una vez a la semana)     /     Reposo o la paz de Cristo (todos los días) (Mateo 11:28-30).
°  Reposos, Luna Nuevas, días Santos     /     Todos los días en Cristo son santos (Romanos 14:1-12, Col 2:16).
°  Un acuerdo obligatorio escrito – Ley Mosaica, 613 ordenanzas, estatutos, rituales etc.     /    Palabra Viva y las epístolas de hombres (2 Cor 3:6, Juan 10:27,  2 Cor 3:2,3).
°  Sangre y ritual del perdón     /     Sangre de Cristo y perdón completo (Romanos 5:1, 8:1-4).
°  Velo     /     Carne de Cristo, partida (Ap.23:23,4).
°  Profetas     /     Cristo y Su Cuerpo (Heb 1:1-3, Efesios 4:11).
°  Reyes y un Reino que Dios no quería     /     Cristo y Su Cuerpo, un Reino que Dios quiere (1 Pedro 2:5-10).
°  Antiguo Pacto     /     Nuevo Pacto (Jer 31:31,34,  He. 8:5-13).
°  Dos pilares de ley     /     Dos pilares de ley  (1Juan 3:23-24).


No quise hacer la lista anterior exhaustiva, con seguridad que muchos cristianos pueden ver que algunas porciones del Antiguo Pacto ya no están el efecto.  Sin embargo, algunas sectas cristianas creen que ciertas porciones del Antiguo Pacto han llegado a ser parte del Nuevo Pacto.  Hay, inclusive algunos grupos que creen que el Nuevo Pacto no está en efecto en estos  momentos y que solo será para los Judíos en el futuro.  No señalaré este sistema, solo diré que está equivocado.
Todos los componentes y tipos de sombras encontrados en el Antiguo Pacto han sido reemplazados por la realidad encontrada en el Reino de Dios en Cristo Jesús.  El presente artículo solo tendrá que ver con los “dos pilares”.  Una vez veamos lo lejos que hemos llegado en, aún los componentes más básicos del Nuevo Pacto, tal vez podamos tomar una mirada honesta para ver si no nos hemos desviado en otras áreas también.  Solo queremos concentrarnos en los “dos pilares”.  Sin embargo,  si alguien desea estudiar un poco sobre esto ahora, ya le he dado algunas Escrituras que le ayudan a empezar.  A medida que lea estos pasajes,  trate de encontrar la sombra en el Viejo Pacto y luego busque su cumplimiento en Jesucristo y Su Cuerpo.  Yo creo que este estudio, removerá  muchas escamas de muchos ojos permitiendo que la Verdadera Luz de Jesucristo brille en nuestros corazones.
Aunque la mayoría de las denominaciones cristianas siguen aferradas a muchas porciones del Viejo Pacto,  también todas ellas han abandonado algunas porciones.  Aún los judíos modernos han abandonado largas porciones de la Ley Mosaica, porque es físicamente imposible para ellos llevarlas a cabo.  Por ejemplo: no se de ninguna denominación que siga sacrificando toros, machos cabríos, corderos etc, como ofrendas a Yahvé.  Muchos líderes de iglesia no pueden hacer que los cristianos vayan tres veces al año a Jerusalén como lo requería la Ley Mosaica.  Con excepción de los Mormones, la mayoría no creen que aún exista el sacerdocio levítico  con autoridad de Dios.  Tanto Hebreos como Pedro, nos dice que el sacerdocio levítico ya no existe, que hay un nuevo sacerdocio según el orden de Melquisedec.  Pedro dice, que nosotros (cristianos) somos  el “Real Sacerdocio”, y que somos el “pueblo de Dios”, no Israel.  Apocalipsis dice, que este Nuevo Reino, esta nueva ciudad, la Nueva Jerusalén, no  la Jerusalén física en Israel.  Este es un Reino, una ciudad compuesta de santos, la mayoría de nosotros nos damos cuenta de que Moisés ya no es el mediador, que Jesucristo es el Mediador del Nuevo Pacto.  Muchos cristianos no tienen problema con lo que he dicho hasta ahora.  Sin embargo algunos discutirán lo anterior.  Muchos encontrarían que las leyes dietéticas están en efecto, como también otras porciones de las 613 leyes de la Ley Mosaica.  Muchas de estas sectas, toman seriamente la palabra de Santiago cuando dice:  “Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos.” (Santiago 2:10).  Por supuesto que el castigo por violar la Ley de Moisés es muerte.  Permítanos llegar al punto crucial de este artículo.  Permítanos traer la Ley de Moisés a su forma más simple.  Tal vez, esto revele la confusión en la que los cristianos han estado atrapados por muchos siglos. Voy ahora a tocar la Vaca de Oro Cristiana, la  piedra angular de todas las abominaciones, y las erróneas labores que la iglesia ha manifestado en esta tierra desde la ascensión de Jesús hace más de 1900 años.  Esta Vaca de Oro, ha sido el delincuente que ha sumergido al cristianismo en una idolatría inigualada por ninguna religión conocida.  Es la causa principal de la hipocresía manifestada por la iglesia, en los últimos dos mil años.  ¿Qué es la Vaca de Oro?  Son los Diez Mandamientos, parte de los cuales es la “Regla de Oro”. Ahora, aquellos que se aferran a esas reglas como si fueran la vida misma, inmediatamente citarán la Escritura que nos dice, que El escribió estos Diez Mandamientos en nuestros corazones y no en piedra.  Ellos dicen, que la diferencia entre el Antiguo y Nuevo Pacto es dónde fueron escritas estas leyes.  Espero mostrarle al lector que esto es totalmente falso.  Más aún,  quiero mostrar que esta creencia, hace al creyente trasgresor no solo de la Ley Mosaica, sino también del Nuevo Pacto.  (A propósito, aún el hecho de que fueran Diez Mandamientos, es un mito.  Mire como los Judíos, Católicos Romanos, y Protestantes rompen estas palabras escritas en piedra.   Ellos no están de acuerdo sobre cómo dividir estas palabras para lograr obtener “Diez Mandamientos”.  No está claro cómo deben ser partidos.  Dios nunca dio diez.  El solo hablo palabras.  Yo uso el término “Diez Mandamientos” porque éste ha estado tan profundamente arraigado en el judaísmo y cristianismo, que usar otro término, sería imposible.) Quiero mostrarle al lector una situación similar en el Antiguo Testamento, para enfatizar el tema.  Traigo esta historia sólo para ilustrar la importancia del tema que estamos tratando.  Durante los 40 años que Israel viajó por el desierto, llegaron una vez a la situación en que muchos estaban muriendo por mordeduras de serpientes.  Dios ordenó a Moisés, hacer  la imagen de una serpiente de bronce en un asta.  Todo israelita que fuera mordido por una serpiente, solo tenía que mirar a la serpiente, y sería sano.  Lo hallamos en Números 21:9.  Después Israel dejó el desierto y entró a la Tierra  Prometida, Dios cambió las cosas.  El maná dejo de caer.  Ahora tenían que cultivar la tierra y la serpiente en el asta ya no servía para el propósito anteriormente establecido. Es natural para el hombre, siendo una criatura de hábitos, vivir en el pasado – descansar en lo que pasó en el pasado.  Israel no era una excepción a la regla.  Cientos de años después de entrar a la Tierra Prometida, los encontramos inclinándose ante la serpiente de Moisés.  (2 Reyes 18:4).  Es vitalmente importante que entendamos el principio aquí.  La palabra de Dios para Israel concerniente a mirar a la serpiente en el desierto, les dio vida en ese momento.  Pero esa misma palabra y esa misma imagen en otro tiempo, llego a ser muerte para ellos.  La idolatría era castigada con muerte en el Antiguo Testamento. Así como la idolatría era castigada con muerte en el Antiguo Pacto, la idolatría espiritual produce muerte espiritual en el Nuevo Pacto.  Aquellos que abrazan los Diez Mandamientos y tratan de imponerlos  a otros, ya sean Cristianos o no, están cometiendo idolatría espiritual y aún peor.  Ellos en realidad están cometiendo adulterio espiritual!  Las consecuencias de esta idolatría y adulterio han sido devastadoras.  Ahora que he hecho una advertencia fuerte sobre la seriedad de lo que estamos tratando,  espero que el lector me escuche con todo el corazón.  Yo no estoy exagerando sobre la seriedad de esta plaga en el Cristianismo. Yo estoy seguro, de que no ha sido difícil para la mayoría de ustedes, el ver que casi todos los componentes del Antiguo Pacto, fueron remplazados por la realidad que sus rituales y ordenanzas señalaron.  Ellos sólo actuaron como sombra, como indicadores de la realidad encontrada en el Nuevo Pacto y en Jesucristo.  Las sombras no son la realidad presente!  Igualmente, las Leyes del Antiguo Pacto fueron solamente sombras de las Leyes del Nuevo Pacto.  Veamos cómo se diferencian.  Veamos cómo mezclar las dos, es mezclar la sangre de un cordero con la sangre de un cerdo, o mezclar lana con lino, ambos eran prohibidos en el Antiguo Pacto.  Yo creo que las ilustraciones Mosaicas arriba mencionadas señalan la ilegitimidad de mezclar la Ley Mosaica (obras / lana las cuales  producen sudor) con Gracia (regalo/lino que absorbe el sudor, no obras de hombre).
Muchos cristianos modernos se glorían en la muerte.  Si lo hicieran a su manera, pondrían una copia de Los Diez Mandamientos en cada salón de clase y edificio del gobierno.  Obligarían a orar en todos los salones de clase.  El Cristianismo moderno encuentra gloriosa la muerte y  la condenación.  Y nos sorprendemos de que el mundo no derribe las puertas de la iglesia para entrar y saber a qué olemos.  Tengo noticias desilusionantes para la iglesia, nosotros usualmente no despedimos un dulce olor a Jesús  cuando caminamos por el mundo.  Despedimos olor a cadáver, nos hemos encadenado nosotros mismos a aquello que ha estado muerto por más de tres mil años ¿Puedo traer al apóstol Pablo a la corte como mi primer testigo, en defensa de lo que estoy diciendo?  Ya puedo sentir el calor saliendo de las narices de algunos grandes zelotes defensores de la fe.  Estoy seguro de que las piedras no están lejos.  Pero tal vez Pablo, el apóstol de los gentiles (tu y yo), puede hacer que los zelotes  detengan las piedras por unos minutos.  El fue apedreado muchas veces por decir las siguientes palabras.  Aquellos que escuchan a Pablo hoy día, también sufren con él cuando hacen claras sus enseñanzas a los modernos Fariseos y Zelotes Cristianos.  El hablo de esas sagradas palabras escritas en piedra de la siguiente manera:

No que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios, el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica.  Y si el ministerio de muerte grabado con letras en piedra  fue con gloria, tanto que los hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro,  la cual había de perecer, ¿cómo no será más bien con gloria el ministerio del espíritu?.  Porque si el ministerio de condenación fue con gloria, mucho más abundara en gloria el ministerio de justificación.  Porque aún lo que fue glorioso, no es glorioso en este respeto, en comparación con la gloria más eminente.  Porque si lo que perece tuvo gloria, mucho más glorioso será lo que permanece.  Así que, teniendo tal esperanza, usamos de mucha franqueza; y no como Moisés, que ponía un velo sobre su rostro, para que los hijos de Israel no fijaran la vista en el fin de aquello que había de ser abolido.  Pero el entendimiento de ellos se embotó; porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo velo no descubierto, el cual por Cristo es quitado.  Y aún hasta el día de hoy, cuando se lee a Moisés, el velo esta puesto sobre el corazón de ellos.  Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará.  Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.”  (2 Corintios 3:5-17).

Aquí vemos claramente que las leyes escritas en piedra, (Diez Mandamientos) fueron un ministerio de muerte, un ministerio de condenación.  Uno puede preguntar “¿Cómo puede ser gloriosa la condenación?”  Muy simple: cuando menospreciamos a alguien, o pensamos que nosotros estamos más cerca de Dios basados en que guardamos la ley, estamos exaltándonos a nosotros mismos a  expensas del otro.  Dentro de nosotros empezamos a pensar que somos mejor que los demás porque guardamos la ley mejor que ellos.  El problema es, que todos nosotros usamos la Ley de Moisés falsamente.  Atamos a los otros a estándares y los condenamos mientras nosotros hacemos lo mismo y no perdonamos.  ¿Por qué digo esto?  Cuando usamos cualquier Ley de Moisés, la usamos falsamente.  En realidad, la Ley de Moisés dice que si uno quebranta un punto de la Ley (613 leyes) es culpable de haber quebrantado todo.  (Santiago 2:10).  Como lo dije, bajo Moisés, el castigo por quebrantar la Ley era muerte.  Por eso Pablo lo llamo ministerio de muerte.  Su propósito nunca fue justificar.  Su propósito siempre fue “matarnos”.  Habiendo sido llevados a la muerte por la Ley de Moisés, necesitamos entonces un Salvador, alguien que nos librara de la sentencia de muerte. Otro propósito de la Ley de Moisés, fue el de preservar la simiente hasta el cumplimiento de los tiempos.  La Ley fue un guardián, una custodia para Israel, hasta  el tiempo señalado para el refrigerio.  Algunas traducciones, traducen “pedagogos” como maestro en Gálatas 3:24, y le han hecho al cuerpo de Cristo un gran daño.  Esta palabra “pedagogos” de ninguna manera implica alguien que enseña.  Era usada como título para la persona que escoltaba un niño a su escuela para protegerlo del daño de personas malas. Finalmente, la Ley de Moisés fue escrita de tal manera que solo Jesús el Mesías, podía cumplir todos los requisitos de ella, como también las profecías y escritos hallados en los Profetas.  Yahvé imprimió un perfecto bosquejo que nos ayudaría a identificar los falsos Mesías y las falsas estructuras posicionadas como el reino de Yahvé.  Las leyes que tienen que ver con las “simientes” de hombres, fueron cuidadosamente construidas para revelar a aquellos  a quienes se les ha dado ojos espirituales, que Yeshua (Jesús) era en realidad la Simiente que heriría la cabeza de la serpiente.  Vemos entonces, que la Ley Mosaica era Santa, de verdad.  Pero nunca se puso como instrumento para justificar al hombre, ni para glorificarlo.  Sin embargo, hombres y mujeres religiosos, tanto Judíos como Cristianos, han usado la Ley Mosaica (o porciones de ella) con muchos propósitos para los cuales no fu designada. Estoy llegando al punto más importante de éste artículo.  La delicada diferencia entre las siguientes Escrituras, es la diferencia entre la muerte y la vida.  La diferencia es tan sutil, que para entenderla, debemos estar capacitados para andar en el Espíritu y no en la carne. Cuando se le preguntó a Jesús cual era el más grande mandamiento en la ley, Jesús respondió.
Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.  Y el segundo es semejante:  Amarás a tu prójimo como a ti mismo.  De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas”.
Por favor, entiendan, la “ley” en este pasaje se refiere a la Ley Mosaica.  La Ley Mosaica no es el Nuevo Pacto.  Por favor, mire estos dos mandamientos.  ¿No los ha oído cientos de veces en el contenido de los mensajes cristianos?  Y sin embargo, como ya lo vimos, la escritura es bastante clara, nadie será justificado por la Ley de Moisés.  Aunque tratemos de que estos dos mandamientos, sean el resumen de la Ley Mosaica,  no justificará a ninguno, sin embargo continuamos parados en estos dos mandamientos como el fundamento del Nuevo Pacto.  Por favor, entiendan, estos dos mandamientos solo podrían ser cumplidos por un hombre, el Hombre Jesucristo.  Por favor, escuche esto, es de vital importancia.  Uno no puede amar profundamente a alguien, a no ser que lo conozcamos íntimamente.  De todos los hombres y mujeres nacidos en este mundo desde Adán, solo Jesucristo podría atribuirse esta intimidad.  El fue el único Hombre quien descendió del Padre.  Jesús podía decir que El amaba al Padre porque Lo conocía íntimamente como el Padre.  Moisés no siendo nacido de Dios,  no podía hacer esa afirmación.  Nadie nacido bajo la Ley de Moisés, excepto Jesús el Mesías, podía hacer esa afirmación.
Por consiguiente, era imposible para Israel o cualquier otro, aun pensar en llenar este requisito, sin embargo, orgullosos hombres y mujeres de todas las edades han sentido que cumplen los requisitos.  Hay millones de Cristianos quienes se han engañado a ellos mismos creyendo que cumplen los requisitos, o al menos, dicen ellos, están tratando de hacerlo.  Este es un gran error.
El segundo mandamiento de este dúo, es fácil de cumplir para cualquiera en un sentido.  Amar a su prójimo como a ti mismo.  La mayoría de la gente esta auto-condenada.  Gente auto-condenada rápidamente encontrará extrañas maneras de castigarse.  La Iglesia Católica Romana, por ejemplo, tiene una multitud de peregrinaciones, indulgencias, varias formas de penitencias, etc., para “pagar” o ser castigados por los pecados que los creyentes sienten que han cometido.  Ellos se castigan ellos mismos, y luego inconscientemente sienten que tienen el derecho de poner a otros en el mismo estándar y castigo.  Algunos son masoquistas.  Muchos monjes en épocas pasadas solían “flagelarse” por sus pecados.  La gente que severamente se castiga, castiga a otros tan severamente o más.  Ellos usan formas de castigo que no causan que uno vaya a la cárcel.  Ellos están condenados por la ley como trasgresores de la ley, y juzgan a los otros como trasgresores también.  Ellos están amando a su prójimo como  a sí mismo.  Se auto-condenan y condenan a los otros. ¡Oh  Si pudiéramos recordar que el propósito de la Ley Mosaica era matarnos, no justificarnos!  Era traer a la conciencia lo que estaban ocultos en nuestros miembros los pecados.  Su propósito era mostrarnos que necesitábamos un salvador.  Nosotros no podíamos solucionar el problema con ningún esfuerzo de parte nuestra, sin importar que tan bueno fuera el sistema.  Pablo expresa este pensamiento en Romanos 7:4-13. “Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo,  para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios.  Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas que eran por la ley obraban en nuestros miembros llevando fruto para muerte.  Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra.  ¿Qué diremos pues? ¿La ley es  pecado?  En ninguna manera. Pero yo no conocí el pecado sino por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciaras.  Mas el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, produjo en mi toda codicia; porque sin la ley el pecado está muerto.  Y yo sin la ley vivía en un tiempo;  pero venido el mandamiento, el pecado revivió y yo morí.  Y hallé que el mismo mandamiento que era para vida, a mi me resultó para muerte; porque el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, me engañó, y por él me mató.   De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno.  ¿Y luego lo que es bueno, vino a ser muerte para mí?  En ninguna manera; sino que el pecado, para mostrarse pecado, produjo en mi la muerte por medio de lo que es bueno, a fin de que por el mandamiento el pecado llegase a ser sobremanera pecaminoso”.
Me doy cuenta de que este es un pasaje de la escritura difícil de entender.  Algunos escritos de Pablo, especialmente del libro de los Romanos, requieren más que una lectura superficial.  El propósito de la ley, de acuerdo con Pablo, era de revelar el pecado en el cuerpo.  Los Israelitas no habrían conocido el pecado si Dios no hubiera creado la lupa.  La Ley Mosaica era la lupa.  Pero la lupa no podía curar el problema.  Solo podía aumentarlo de manera que pudiera verse.  El remedio para el pecado no es la Ley Mosaica.  El remedio es la muerte, el entierro y la resurrección de Jesucristo. Me gustaría traer otro punto concerniente a lo que Pablo llama el ministerio de condenación, el ministerio de muerte.  Es muy fácil cumplir el ministerio de condenación  en un sentido.  Es fácil condenar a la gente.  Es muy natural de nuestra parte.  Pero Moisés demanda que este debe ser perfectamente administrado.  Cuando  practicamos la condenación,  generalmente estamos más a favor nuestro que de nuestro prójimo.  Como vemos,  usualmente no somos equitativos en dar “ojo por ojo, diente por diente, y vida por vida “.  Somos muy rápidos en pedir clemencia por nuestras ofensas hacia otros, pero no somos generalmente tan rápidos en pedir clemencia  para aquellos que nos han ofendido. Cuando se trata de guardar ofensas en nuestro corazón,  recordamos más fácil los pecados contra nosotros, que nuestra ofensas hacia otros.  No practicamos la ley fielmente.  Usamos un tipo de piedras para medir las transgresiones contra nosotros,  y luego traemos otro tipo de piedras para medir la justicia para aquellos que nos han ofendido.  La Ley de Moisés demanda perfecta equidad, ojo por ojo.  Nosotros igual que Israel, somos incapaces de juzgar correctamente usando el sistema de la Ley Mosaica. Lo último que quiero decir concerniente al ministerio de condenación, a la Ley Mosaica, es: Este Pacto, esta Ley, fue dada a un grupo de gente especifico.  No fue dado a los Romanos, Griegos, Indios Americanos,  Chinos, o a otra gente.  Fue dado únicamente a la nación de Israel.   Cuando los archivos genealógicos, el Templo, el Sacerdocio, etc. fueron destruidos en la destrucción de Jerusalén en el año 70DC, el sistema fue enterrado, para no ser resucitado nunca.  El Judaísmo practicado por los Judíos modernos, no es como Moisés lo ordeno.  Es muy distinto a la Ley Mosaica hallada en la Biblia.

Pilares de la Ley del Nuevo Testamento

Bien, usted se preguntará, si estos dos mandamientos amar a Dios y a su prójimo que han sido publicados a través de  todas las denominaciones Cristianas como los mandamientos del Nuevo Pacto, no son las leyes del Nuevo Testamento, ¿cuáles son?.  ¿Están en la Biblia?  La respuesta es sí, están claramente escritos en la Biblia.   Entender la diferencia entre estas dos leyes, es un asunto de vida espiritual y muerte espiritual.  Primero les daré las dos leyes del Nuevo Testamento.  Luego les explicaré lo vital que es entender la diferencia entre estos y los pilares de la Ley Mosaica. “Y este es el mandamiento: Que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos unos a otros como nos lo ha mandado.  Y el que guarda sus mandamientos, permanece en Dios, y  Dios en el.  Y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu  que nos ha dado”.  (1 Juan 3:23-24). Entonces, así como el Pacto Mosaico (llamado Viejo Pacto o Ley de Moisés),  se apoyo en dos pilares, el Nuevo Pacto, conocido como la Ley del Espíritu de Vida en Cristo Jesús (Romanos 8:2), también tiene dos pilares.  A medida que los examinemos cuidadosamente, descubriremos que son muy diferentes los unos de los otros.
El primer mandamiento que vemos es: “Creer en el nombre de su Hijo Jesucristo”.  Aunque éste puede parecer como un mandamiento simple, el hecho es que es tan imposible de llevar a cabo como lo es el “amaras al Señor tu Dios” del Antiguo Pacto.  Muchos evangelistas  han hecho la invitación de simplemente “cree en el nombre de Jesús y serás salvo”.  Los potenciales creyentes repiten una simple oración invitando a Jesús a entrar a sus corazones, se les instruye  a que vayan a una iglesia que crea en la Biblia, y luego pasan el resto de sus vidas más o menos como siempre había sido.  Se les dice que crean lo que está escrito y que ellos ahora son “salvos” de acuerdo con la Biblia.  Sin embargo, básicamente ellos se sienten igual que antes.  Luego se les recuerda que no deben guiarse por lo que sientan, sino por fe en la Biblia.  Para la mayoría de la gente que sale al frente durante un avivamiento Cristiano, el verdadero despertar a Dios no ocurre tan frecuente como nos lo hacen creer.  ¿Por qué?.  Porque la mayoría de esta gente, simplemente sigue las tradiciones de hombres, formulas de hombres, y responden a las palabras de miedo y culpa de los hombres y no a las palabras de la Unción del Espíritu Santo.  Creer con la cabeza y creer con el corazón, son dos cosas diferentes.
 Pablo nos dice: “Mas, ¿qué dice? Cerca de ti esta la palabra, en tu boca y en tu corazón.  Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor y creyeres en tu corazón que Dios le levanto de los muertos, serás salvo.  Porque con el corazón se cree para  justicia, pero con la boca se confiesa para salvación”. (Romanos 10:8-10).
Como podemos ver en este pasaje de la escritura, el creer debe ser en el corazón, el centro de nuestro ser.  Más aun, Pablo trae algo llamado “la palabra de fe”.  Esto inmediatamente trae cantidades de escrituras tales como: “Sin fe es imposible agradar a Dios”. (He 11:6).  Romanos 3:27, habla de la “Ley de la fe:”  ¿Dónde, pues, está la jactancia?  Queda excluida.  ¿Por cuál ley?  ¿Por la de las obras?  No, sino por la ley de la fe.  Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley.”  El escritor de Hebreos nos dice que:  “fe es la certeza (realización o confianza) de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.”  Por la fe, “entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve, fue hecho de lo que no se veía.”  (Hebreos 1:3).
Uno puede inmediatamente preguntar, “¿Qué es fe?”  ¿Cómo saber si se tiene o no?  Si entendimiento mental y estar de acuerdo con la invitación de un evangelista, no es necesariamente fe, entonces: ¿de dónde viene la fe?  ¿Cómo puedo recibirla?. Jesús le pregunto a Pedro: “Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?  Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.  Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.”  (Mat 16:15-17).  No puedo enfatizar más la afirmación de Jesús aquí.  Pedro había oído a sus hermanos declarar que Jesús era el Mesías.  (Juan 1:41)  el vio a muchos seguir a Jesús porque sentían que era el Mesías.  Pedro fue testigo de muchos milagros, los cuales según la tradición Judía solo podían ser hechos por el Mesías, pero nada de esto podía plantar “fe” en su corazón.  Pedro también conocía la escritura que profetizaba la llegada del Mesías.  Pero nada de esto le dio fe.  La fe de Pedro llego por revelación del Padre.  (Juan 1:41).  Lo que Pedro vio con sus ojos y lo que escuchó con sus oídos naturales no le produjo fe.  La fe es una palabra interior, es revelación que viene del Espíritu de Dios, no de cualquier hombre, sistema, o tradición.  La predicación del evangelio es seguramente un proceso importante.  Sin embargo, es el espíritu de revelación que solo proviene del Espíritu Santo, lo que produce el nuevo nacimiento.  Responder a un llamado al altar, memorizar la Biblia, o sentarse en la banca correcta en la denominación correcta no necesariamente produce fe.

Origen de la Fe

El escritor del libro de Hebreos, declara que Jesús Cristo es el “autor y consumador de nuestra fe”  He 12:2.  Es de vital importancia entender esto.  Hay muchos Cristianos que cantan la canción, “he decidido seguir a Cristo”, y no se dan cuenta que no están siguiendo a Jesús.  Están siguiendo la tradición de los hombres.  Nadie puede realmente “decidir” seguir a Jesús.  ¿No me cree?   Espere entonces, miremos la Escritura y veamos que dice al respecto.
“Los gentiles, oyendo esto, se regocijaban y glorificaban la  palabra del Señor, y creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna”.  (Hechos 13:48).  
Por favor observe que los ordenados creyeron.  Dios le da algo antes que hace que ellos crean cuando escuchan la palabra.
Hablando con sus discípulos, Jesús dijo: “No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis  y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca para que todo lo que pidiereis  al Padre en mi nombre, él os lo dé.  (Juan 15:16)   ¿Quién escoge a quien?
Mirando la conversación de Saulo de Tarso, quien, mas tarde llegaría a ser el apóstol de las naciones, él nos dice que esta conversación es el ejemplo de cómo otros llegarían al Reino de Dios.  Seriamente, usted cree que Saulo, quien, estaba en el proceso de acabar con la iglesia, “decidió” seguir a Jesús?  ¿O fue capturado?  Aquí está la condición como encontramos a Saulo,  justo antes de su “conversión”.  Usted decida si antes de su conversión Saulo estaba en condición de arrepentimiento o todo lo contrario.
Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, vino al sumo sacerdote, y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de que si hallase algunos hombres o mujeres de esta Camino, los trajese presos a Jerusalén.  Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo;  y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo,  ¿por qué me persigues?  El dijo:  ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón.  El, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga?  Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.”  (Hechos 9:1-6).
 Al mismo tiempo el Señor le hablo a Ananías uno de los creyentes.  Aquí esta lo que el Señor le dijo a Ananías concerniente a Saulo, quien más tarde sería Pablo.
“Ve, porque instrumento escogido me es esté, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre.”  (Hechos 9:15-16).  Aquí podemos ver claramente, que Dios ya había planeado salvar a Saulo, y sabía con anterioridad lo que Saulo haría por su nombre.  Aquí no hallamos ni un ápice de “libre albedrío”   Hallamos la soberanía de Dios obrando para llevar a Saulo al trabajo pre planeado por Dios.  Vemos en este pasaje de la Escritura, la Soberanía de Dios ejerciendo su derecho de “elegir” a alguien que Él había predestinado a un “llamamiento” específico.   No vemos a Saulo “decidiendo” nada.  Luego, Pablo nos cuenta que su conversión es un ejemplo para otros que llegarían al cuerpo de Cristo a través de la predicación del evangelio.  Pablo dice:
Palabra fiel y digna de ser recibida  por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.  Pero por esto fui recibido a misericordia, para que Jesucristo mostrase en mi el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habrían de creer en él para vida eterna”.  (1 Timoteo 1:15-16).  El jefe de los pecadores solamente escuchó la voz de Dios y fue cambiado.  El estaba predestinado para un trabajo y pasó el resto de su vida cumpliendo ese trabajo, hasta el día en que pudo decir que había cumplido su labor.  Así es como la gente es “salva” por el Dios Vivo y Verdadero.
¿Por qué se nos hace tan difícil creer las Escrituras cuando ellas claramente declaran:  “Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero”.  (Juan 6:44).  No creemos porque hemos sido seducidos por las tradiciones de los hombres.    Igualmente, ¿por qué no creemos que toda persona llevada por el Padre vendrá a Jesús, y que Jesús no perderá ni uno solo?  Porque la tradición de hoy enseña otra cosa.  ¿Por qué no creemos cuando Jesús dice:  “Todo lo que el Padre me da, vendrá a mi; y al que a mi viene, no le echo fuera.  Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.  Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero”.  (Juan 6:37-39).   Si, tristemente muchos Cristianos no creen las palabras de Cristo.  Son demasiado maravillosas para creerlas.  Seguramente ellos deben hacer obras de algún tipo para entrar a la vida prometida por Jesús.  No puede ser tan simple.  Pero lo es.  Entrar a la vida abundante, produce las obras de Dios.  No podemos hacer nada en nuestras fuerzas, que nos de la vida abundante. Mientras muchos Cristianos han memorizado Efesios 2:8, “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie sea gloríe.”  Verdaderamente pocos Cristianos creen esta Escritura y están capacitados para caminar su vida cristiana con esta seguridad.

Si muchos Cristianos no pueden creer, ni creerán estas simples verdades, como pueden aceptar las palabras de Jesucristo cuando abiertamente declaro de que manera El moriría, “Y, yo si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo”.  (Juan 12:32).  Este pasaje ha sido torcido por la tradición a toda clase de mentiras.  La tradición no puede aceptarlo como esta.  Ellos deben interpretarlo.  ¿Por qué?   Porque en su forma simple, crea conflicto con los credos y artículos de fe de la mayoría de las denominaciones.  Por consiguiente, deben colorearlo de acuerdo con sus doctrinas, en vez de permitirle a la sangre de Cristo que hable por sí misma.  La Escritura declara que todos nosotros pusimos a Cristo en la cruz, “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”.  (Romanos 3:23)  “No hay justo, ni aún uno”.  (Romanos 3:10).  Todos nosotros necesitamos un salvador, cada uno de nosotros.  He aquí la petición de Jesús al Padre, por cada persona en esta tierra que necesita perdón, “Padre, perdónalos porque ellos no saben lo que hacen”,  (Lucas 23:34).  Jesús dijo que El solo hacía y hablaba lo que veía al Padre hacer y decir.  El vino a cumplir la palabra y la obra de su Padre.  ¿Piensa usted que tal vez Dios el Padre, honro las palabras de su Hijo aceptándolas.....llevándolas al cumplimiento?  “Padre, perdónalos......”  ¿Encuentra alguna condición en esta afirmación?  Yo no. Regresemos al tema.  Hay muchos pasajes de la Escritura, que los calvinistas aman porque hablan de la absoluta Soberanía de Dios, de la elección y predestinación.  Los Arminianistas, aquellos que creen en el “libre albedrío”, tienen la tendencia de hacerse los ciegos con estas Escrituras, porque ellos encuentran al Calvinismo repugnante.  Yo, también encuentro al Calvinismo un sistema repugnante en su máxima expresión.  Sin embargo no podemos echar fuera las Escrituras simplemente porque están de acuerdo con el Calvinismo y no con el “libre albedrío”, ni viceversa.  Los Cristianos que se han alineado con cualquiera de estas dos ramas del Protestantismo, se obligan a sí mismos a favorecer cierto grupo de Escrituras cuando se trata del tema de Soberanía de Dios versus “libre albedrío” del hombre.  Cada uno tiene ciertas verdades.  Cada uno, también tiene ciertos errores causado por su rechazo a las Escrituras que no están de acuerdo con sus enseñanzas.  Yo me he dado cuenta de que uno debe dejar estos dos grupos, si quiere discernir correctamente la Palabra de Dios.  Cada uno de ellos es demasiado leal al grupo de Escrituras que les conviene, sin importarle el resto de las Escrituras que contradicen sus creencias.  Es posible reconciliar las Escrituras unas con otras.  Pero no es fácil hacerlo mientras estemos ciegos por las enseñanzas sectarias de cada grupo.  Por ejemplo: la mayoría de los Arminianistas,  “libre albedrío” no pueden asimilar el poder de una Escritura como esta:

Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.  Porque a los que antes conoció, también los predestinó  para que fuesen hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que el sea el primogénito entre muchos hermanos.  Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los justificó, a éstos también glorificó.  ¿Qué pues diremos a esto?  Si Dios es por nosotros, ¿Quién contra nosotros?  El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros,  ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?.  ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? 

Dios es el que justifica”.  (Romanos 8:28-33). Nos incumbe a todos los que hemos sido criados en el “libre albedrío”, leer este capítulo hasta el final varias veces.  En oración pídale al Espíritu Santo que derrame luz en el tema de la Soberanía, elección y predestinación. Cuando yo estaba en el campo del “libre albedrío”, y leía una Escritura como esta, mi pre-condicionada mente automáticamente iba a una de esas Escrituras Arminianistas como “Muchos son llamados pocos los escogidos”.  Otra Escritura favorita que vendría a la mente sería “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.  Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor,  ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?  Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí hacedores de maldad.”  (Mateo 7:21-23).  Como consecuencia de este tipo de Escrituras de “libre albedrío” que venían a mi mente,  no era capaz de leer y entender las Escrituras sobre la Soberanía, elección y predestinación.  Tenía que interpretarlas a la luz de las Escrituras del “libre albedrío”.  Este tipo de lectura bíblica, no divide correctamente la Palabra de Verdad.  No revelará su completa Verdad.  Como lo dije antes,  la única forma de dividir la Palabra correctamente, es dejando esos dos campos, tradiciones, sectas,  y medias tintas, de manera  que podamos leer las Escrituras sin tratar de defender las enseñanzas de su denominación.  Todos queremos estar del lado del ganador.  Cuando escogemos un equipo para estar, automáticamente nos volvemos pre juiciosos en la forma de hacer las cosas, incluso en la interpretación de las Escrituras.  Nos volvemos parciales en nuestra lectura.  Desarrollamos ceguera sin darnos cuenta. La forma correcta al leer la Biblia, nos permitirá  tener una mente abierta cuando leamos las Escrituras que parecen contradecirse unas a otras, sin favorecer a ninguna.  El Espíritu Santo, eventualmente solucionará todo, si no nos apresuramos a sacar conclusiones propias o con la ayuda de la interpretación de la denominación.
Mirando romanos capítulo ocho, vemos que es Dios quien empieza el proceso, y hace lo que sea necesario para llevar a cabo la salvación.  ¡Todo es Dios, de principio a fin!  La labor más difícil de hombre es parar su obra y recibir un favor inmerecido.  La Escritura abiertamente declara que uno es salvo por “gracia a través de la fe”.  Jesucristo es el “autor y consumador” de nuestra fe.  Aún la fe es un regalo que no podemos tener si Dios no nos lo da.  Somos incapaces de ir a Dios sin esta fe.  Una vez, que esta fe es recibida,  es Jesús quien termina la obra en nosotros, no somos nosotros, para que no nos gloriemos.  Hay muchas Escrituras que muestran esto claramente.  Sin embargo,  parecen haber Escrituras que contradicen esto.  Solo el Espíritu Santo podrá solucionar la confusión del creyente.  El propósito de este papel no es el de mostrar como estas Escrituras que parecen contradictorias, pueden armonizar,  pero armonizan. Siento que tenía que tocar este tema solo para hacerle entender a los Cristianos del “libre albedrío”, que no es nuestra fe la que nos salva, es la fe de Jesucristo la cual recibimos como un regalo inmerecido que nos salva, no nuestra fe en El.  Entonces, de dónde muchos Cristianos (la gran mayoría) sacaron la idea de que la salvación empieza por poner nuestra fe o confiar en Jesucristo en vez de recibir fe de Jesucristo?  Hay cientos de miles de líderes de iglesias quienes enseñan esto.  La literatura Cristiana está invadida con esta enseñanza. Encontramos esta enseñanza, en algunas guías de venta de traducciones bíblicas, pero las Escrituras que estamos viendo, son tan importantes, que debemos asegurarnos de que estemos recibiendo el verdadero significado, el que el escritor original quiso decir.  En estas Escrituras, veremos que cambiar una simple palabra  “de” por “en” cambia todo el significado de una frase y aún mas, cambia todo el sentido concerniente a como una  persona es salva.  Voy a citar tres escrituras de la versión Reina Valera, revisión de 1960 que tratan de la fe.  Veremos que tan dramáticamente puede cambiar la base doctrinal, por un versículo que altera estas dos palabras.  Veremos que la sustitución de la palabra “de” por la palabra “en” puede cambiar el fundamento del Cristianismo. “....Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado.”  (Gálatas  2:16).  “Mas la escritura lo encerró todo bajo pecado, para que  la promesa que es por la fe en Jesucristo fuese dada a los creyente.”  (Gálatas 3:22).  “Y ser hallado fiel, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe.” (Filipenses 3:9). Oro para que el lector vea la dramática diferencia de estas dos pequeñas palabras.  Si la persona decide poner su fe en Cristo y como resultado recibe rectitud, entonces el primer paso fue tomado por el hombre y no por Dios.  La persona que ha decidido aceptar a Dios, puede alardear de su decisión.  Puede darse palmaditas en la espalda ya que fue inteligente en darle su vida a Dios.  Los evangelistas regularmente cuentan cuantas decisiones por Cristo lograron asegurar durante sus servicios y poder decir que fueron exitosos. Hay escrituras que tratan el mismo tema, pero en las cuales se hace más difícil torcer el significado para conformarlo a la inclinación teológica.  Miremos en la Biblia más vendida, la Nueva Versión Internacional, que ha decidido seguir la corriente Arminiana (libre albedrío) en el proceso de su traducción.  Notamos en esta traducción que en Gálatas 3:22, esta versión usa “la fe en Jesucristo”, contrario a “la fe de Jesucristo”.  Sin embargo, los siguientes versículos dicen: Antes de venir esta fe, la ley nos tenía presos, encerrados hasta que la fe se revelara.  Así que la ley vino a ser nuestro guía encargado de conducirnos a Cristo, para que fuéramos justificados por la fe.  Pero ahora que ha llegado la fe, ya no estamos sujetos al guía.  (Gálatas 3:23-25).  Vemos aquí que esta fe no estaba disponible para nadie, bajo la ley.  Esta fe llegó cuando Jesucristo llegó!  La gente creía en la llegada del Mesías bajo la ley de Moisés.  Su esperanza estaba en el Mesías.  Pero esta fe de la que estamos hablando,  no estaba disponible en el mundo antiguo, excepto para unos cuantos hombres y mujeres que Dios uso para tejer Su Maravillosa historia.  La mayoría de estos hombres y mujeres escucharon la voz audible de Dios.  Algunos de ellos tuvieron grandes visiones que les dio la fortaleza para cumplir lo que  Dios demandaba de ellos.  Es muy difícil para algunos de nosotros imaginarnos qué pasaría con nuestra perspectiva de las cosas si escucháramos la voz audible de Dios.  Obviamente para estos hombres y mujeres fue un cambio de vida. En el día de Pentecostés, hace aproximadamente 2.000 años, esta “fe”, en vez de caer sobre hombres y mujeres dispersados en varios miles de años, empezó a caer en miles al mismo tiempo.  Fe es la sustancia que nos permite ver lo que no podemos ver con la mente natural.  No es algo que poseemos por herencia,  contrario a lo que muchas iglesias creen y enseñan. 
Miremos el texto que pondrá punto final, sobre de quién es la fe que se ejercita en el proceso de la salvación.  Leamos Hebreos 12:2 en  la NVI  “Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios.”  Esta bien claro aquí de donde viene nuestra fe, y quien es el que la perfecciona y completa.  Es la fe de Jesucristo, depositada en aquellos que Él está llevando a la plenitud que un día el mundo contemplara.  ¡Oh!, si, una vez que esta fe es depositada, podemos decir que es nuestra, pero nunca podemos olvidar su procedencia.  El olvidar que este es un regalo de Dios, que no lo ganamos, hará que el Cristiano camine por un camino de autosuficiencia y seguramente lo llevará a muerte espiritual.  Este es el estado de muchos Cristianos hoy día.  Las iglesias del mundo están llenas de autosuficiencia, orgullo, gente arrogante que piensa que ellos son mejores que el resto del mundo.  Han sido engañados  y creen que ellos toman parte en su salvación.  Se han enceguecido tanto, que ni siquiera saben en realidad qué es salvación.  El concepto Arminiano de la salvación Cristiana es falso.  (Pero eso es para otro artículo). Las iglesias del mundo están llenas de gente que han escuchado líderes de iglesia y han leído Biblias producidas por sus eruditos, que les dicen que repitan una simple oración, pongan su fe en Cristo y reciben vida eterna y evitan la tortura del infierno si continúan por el camino correcto.  Este camino varía mucho de una denominación Arminiana a otra.  Las diferencias entre estas denominaciones, tan grandes como son, en realidad no importan.  Todas ellas llevan a la muerte espiritual.

(Espero que el lector entienda, no estoy escribiendo como un Calvinista.  Yo no soy Calvinista!  

Yo rechazo mucha de la teología del sistema calvinista.  Yo quiero la verdad, punto!  No me gusta el calvinismo, pero ellos con  relación a, de donde proviene la fe, están correctos). Por consiguiente, de principio a fin, la salvación del creyente esta toda en Dios.  El hombre es incapaz de ofrecer algo en este proceso, excepto fruto de labios........alabanza y acción de gracias.
En el nombre de Jesús
Somos salvos por gracia, a través del medio llamado fe.   La recibimos y luego estamos en capacidad de creer en el nombre de Jesús.  La palabra “en” no existe en los textos Griegos, fue puesta por los traductores “Debemos creer el nombre de Su hijo Jesucristo
Por supuesto, el nombre Jesucristo para la mente Hebrea o Aramea, traería el significado de Jesús.  Yeshua significa “Yah salva o libera” La palabra “Cristo” no es parte de su nacimiento.  Es un título.  La palabra en Hebreo es “Mesías” que significa “el Ungido”.
Un nombre Judío tiene mucha más importancia y significado en Hebreo, que el que nosotros le damos a los nombres en Español.  Los nombres casi siempre están relacionados con la naturaleza de las cosas, especialmente  los nombres puestos en la Biblia.  Es difícil para la gente occidental, democrática, que valora su voz en el gobierno, la igualdad de derechos, la regla de mayorías, etc., entender lo que es la absoluta soberanía de un gobernante.  Nuestro sistema judicial tal vez se acerque un poco, pero aun se queda corto.
Un hombre en uniforme con una insignia en su camisa apunta un arma hacia  usted y dice, “deténgase en el nombre de la ley”.  Usted probablemente se congelaría y haría exactamente lo que él le dice.  En nuestra sociedad, este hombre tiene autoridad, un uniforme y un poder que usted reconoce como algo a lo que debe obedecer o afrontar serias consecuencias.  El arma que los hacedores de ley autorizan al hombre a llevar y usar, muestran claramente que estamos enfrentando un asunto de vida o muerte según como reaccionemos a su orden.
El nombre Cristo en Griego y Mesías en Hebreo, tiene un  significado en esa cultura que nosotros, occidentales, usualmente no nos apegamos a la palabra “Cristo”.  ¿Qué significa ser llamado el Ungido?.  El Ungido era el que se sentaría en el trono de David  y guiaría a Israel.  David fue un rey, ungido por el profeta de Dios, no elegido por el pueblo.  ¿Cómo respondemos nosotros a la soberanía y poder de Jesús como Rey?  ¿Hemos llegado a comprender el absoluto derecho que Jesús tiene de gobernar nuestras vidas?  Su nombre en Hebreo es “Yeshua” (Yah salva y libera).  ¿Comprendemos la realidad encontrada en este nombre?.  Jesús es llamado el Salvador.  Sin embargo el nombre de Jesús significa “Yah salva”.  Yah es el nombre corto de Yahvé que era el Padre de Jesús.  “Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada”.  (Juan 8:29).  “Porque el Padre mismo os ama, porque vosotros me habéis amado, y habéis creído  que yo salí de Dios”  (Juan 16:27).  “Que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargo a nosotros la palabra de la reconciliación”  (2 Corintios 5:19).   “No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino”  (Lucas 12:32).  A veces se nos olvida que el propósito de Jesús, era el revelar a nuestro Padre en su plenitud.  La plenitud de Dios estaba en el Ungido.  Jesús dijo, “Yo y el Padre uno somos”  (Juan 10:30).  “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre”  (Juan 14:9).  No haré una lista de todas las Escrituras referentes, pero Jesús vino a declarar, manifestar y cumplir la palabra, obra y voluntad del Padre.  Ellas eran una en propósito.  Jesús no pecó (fallar al blanco) en cuanto a esto.  Yo menciono todo esto solo para mostrar que muy pocos Cristianos conocen en realidad al Padre.  Ellos no conocen la naturaleza, el poder ni el propósito de Su nombre. 
Muchos Cristianos no tienen problema en amar a Jesús, pero tienen dificultad en lo que se refiere al Padre.  Este fue uno de los principales propósitos de Jesús, que a través de Él, llevarlos al Padre.  Aquí, de nuevo, las tradiciones de hombres han intervenido produciendo doctrinas que han impedido a los Cristianos  el llegar a conocer al Creador del Universo como su Padre.
En resumen,  hay un gran abismo entre la primera columna  del Nuevo Testamento  como la enseño Jesús (y Juan el apóstol),  con lo que tradicionalmente ha sido enseñado por muchas iglesias.  La fe y credo del que hablaron Jesús y Juan  es removido por los sistemas  de fe creada por muchas denominaciones Cristianas organizadas.

Segunda Columna de la Ley del Nuevo Testamento

 El segundo mandamiento del Nuevo Pacto es igualmente todo de Dios, y por consiguiente, igualmente imposible para el hombre cumplirlo en sus propias fuerzas....amar como Jesús amo.  La única   forma de llegar  a esto es Cristo viviendo en el individuo.  Esto es exactamente  Cristianismo.....el Hijo del Dios vivo, viviendo Su vida en un cuerpo de muchos miembros.  No somos nosotros quienes vivimos, es Cristo en nosotros.  De nuevo, esto elimina la posibilidad de un religioso y falso orgullo originado en dar la vida por sus amigos.  Es Cristo en nosotros quien hace la obra.
A medida que cuidadosamente comparamos las dos columnas del Antiguo Pacto con el Nuevo, debemos también reconocer la gran diferencia entre las dos.  La Ley Mosaica fue entre gente que no quería oír a Dios ellos mismos, tenían miedo de Yahvé, y escogieron a Moisés para ser el intermediario.  Fue claramente un pacto entre el hombre (Israel) y Yahvé.  En este pacto todos aquellos que estuvieron de acuerdo, prometieron hacer algo por las bendiciones que contenía el pacto.  Si Israel fallaba en estos requisitos, una variedad de maldiciones caerían sobre ellos, no solo individualmente sino también corporativamente.  El Nuevo Pacto, sin embargo, fue basado en la ley de la fe.  Para ver este pacto cuidadosamente, debemos mirar la fe de Abraham.

El Pacto Abráhamico.  Una Promesa de un Nuevo Pacto

 No puedo examinar detalladamente los métodos de pacto del tiempo Bíblico, esto requiere un libro completo.  Solo quiero señalar que en pacto de sangre hecho en Gen. 15:17,18,  en el cual Yahvé participó, Abraham estuvo dormido durante el proceso de ratificación. Mientras las dos partes del pacto caminaban entre los pedazos de animales, dijeron algo sobre su efecto, “si alguno de nosotros rompe este pacto, lo que le pase a estos animales, le pasara al que rompa el pacto.  En otras palabras, esta clase de pacto era de por vida, hasta la muerte.  La vida de cada parte en el pacto, estaba a disposición de la otra parte, en caso de que la necesitara.  Es de vital importancia entender que el hombre, Abraham, era incapaz de cumplir lo que el pacto requería.  El pacto era entre la “Simiente” que vendría de  Abraham y Yahvé.  Por eso Abraham se durmió durante el proceso de ratificación.  Este pacto fue un pacto entre Dios Padre y Su Hijo Jesucristo  en el cual Abraham y su descendencia serían bendecidos.
“Y sucedió que puesto el sol, y ya oscurecido, se veía un horno humeando, y una antorcha de fuego que pasaba por entre los animales divididos.  En aquel día hizo Jehová un pacto con Abram.....”  (Gen 15:17-18).   Los dos fuegos representan a Dios el Padre y a Su Hijo Jesucristo.  Abraham se durmió.  Esa es nuestra naturaleza.  No somos capaces de mantener un pacto con Dios.  Cuando Jesús estaba a punto de derramar su sangre  para establecer el Nuevo Pacto, le pidió a sus discípulos  que oraran con El.  ¿Qué hicieron ellos?  Se durmieron.  El espíritu está dispuesto, pero la carne es débil.
El apóstol Pablo pasó gran parte de su tiempo tratando de explicar en sus epístolas, la diferencia entre gracia y ley, promesa y ley, esfuerzo humano versus poder de Dios.  En Gálatas el compara el pacto Abráhamico con el pacto Mosaico  y los llamó alegorías.  Lea muy despacio y en oración Gálatas 4:21-23.  Vea la diferencia entre  la promesa de Dios y el esfuerzo del hombre.  Enumerare algunas comparaciones  entre los dos pactos, las cuales, espero, aclararán las radicales diferencias entre los dos.  Las palabras de la izquierda se refieren al Antiguo Pacto, mientras que las de la derecha, se refieren al Nuevo Pacto.
Mujer esclava / Mujer libre.  Hagar / Sara.   Ismael  / Isaac.   Esfuerzo humano / Sábado reposo.   Sudor (obras) / no sudor.   Nacido de la carne / Nacido del espíritu.   Hijo de la carne / Hijo de la promesa.   Heredero  no heredero.   Escogido del Sinaí /  de Zión.  Jerusalén terrenal / Jerusalén celestial.   Judío natural /  Judío espiritual.   Israel natural / Israel espiritual.   Tierra natural / Tierra espiritual.   Templo natural / Templo espiritual.   De la tierra / Del Cielo.   En esclavitud / Libre.   (Esta lista fue tomada de El Ministerio mas Excelente por Kelley Vamer).
Vemos entonces, que el Nuevo Pacto fue el cumplimiento de la promesa hecha por Dios a Abraham.  “Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por  la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo:  En ti serán benditas todas las naciones.  De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham”  (Gálatas 3:8-9).

Regresando a la Gloria

Desde que el hombre comió del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal,  ha tratado de regresar al lugar de gloria que tenía entonces.  Ha edificado muchas torres, ha creado todo tipo de ofrendas, ha organizado religiones y sectas que prometen llevarnos de nuevo al reposo que una vez tuvimos cuando el hombre estaba en relación con su Creador.  El hombre ha derribado obstáculos, ha cortado vidas en pedazos, en el nombre de su religión (sin excluir el Cristianismo).  Sin embargo nunca podremos entrar al verdadero reposo con este tipo de ofrendas.  Todas las obras religiosas del hombre, solo muestran acciones falsas, inútiles y sin sentido.  Mientras él permanezca en su orgullo, es incapaz de ver su desnudez.  Incapaz de ver lo inútil de sus obras y ofrendas ante su Creador.
El Nuevo Pacto le pone punto final a las obras del hombre.  Su orgullo se convierte en nada.  A Israel se le pedía hacer mucho para mantener las bendiciones de su pacto con Moisés.  Israel falló en todas las formas.  Por eso Dios estableció este pacto Mosaico con Israel, para mostrarle a la humanidad que nadie podía hacer un pacto con Dios y mantenerlo.
Pero los hombres religiosos siguen intentando hacer lo imposible.  Los cristianos, la gente que debía guiar al mundo lejos de estas prácticas,  se han apartado de las enseñanzas del Nuevo Pacto y han regresado a ahuyentar pájaros y cortar vidas.  Nos gloriamos en las obras religiosas de la carne y las exhibimos como lo hicieron los profetas de Baal en el Monte Carmelo ante el altar de Elías.  Nos dormimos igual que Abraham.  Necesitamos despertar de este estupor,  parar las obras de la carne, entrar en nuestro reposo y traer paz al mundo.  Pero, primero debemos regresar a nuestro primer amor.  Debemos, de nuevo, conocer a nuestro redentor, personal e íntimamente.  Debemos parar toda idolatría y adulterio con figuras y sombras, con rituales inútiles, con leyes, ordenanzas, credos, artículos de fe, confesiones de denominación, etc.  Debemos parar las obras de iniquidad.
Debido al falso concepto de salvación perpetuado en el Cristianismo, nos hemos olvidado, primero que todo, por qué fue que Dios nos llamó.  Israel debía ser para el mundo, una nación de sacerdotes a nombre de Yahvé.  Ellos debían interceder por el pueblo y ofrecer sacrificios en su nombre.  La mayoría de los Cristianos creen que salvación es simplemente, ser librados de una tortura eterna.  Esto revela como el Cristianismo se ha apartado de su propósito en Cristo Jesús.  Nos hemos olvidado de que hemos sido llamados Real Sacerdocio, nación santa y embajadores de Cristo.  ¿Cuándo?  ¿Al otro lado de la tumba?.  No! No!!, Cristianos necesitamos despertar y entrar en la obra que Cristo preparo para cada uno de nosotros.  Para hacer esto, debemos dejar el sudor religioso que obtenemos trabajando en nuestro programa de denominación favorito.  Pida a Dios su labor y pan diario.
¿Sabe en qué consiste el trabajo de un Cristiano?.  Antes de continuar con este artículo para ver mi respuesta, pare aquí, cierre sus ojos, y trate de describir el trabajo de un Cristiano.  La mayoría estarán tan equivocados en sus respuestas como lo estuvieron al comienzo de éste artículo.  He aquí, lo que la Biblia nos dice sobre el trabajo de un Cristiano. “Entonces le dijeron:  ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios?.  Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado”.  (Juan 6:28-29). Por supuesto, los Cristianos no creen que esto sea tan simple.  Por eso es que han agregado miles de obras que solo han servido para enorgullecernos de tal manera que nos hemos olvidado de cuál es la verdadera obra.  La obra de Dios destruye por completo el orgullo del hombre.  Conduce al hombre y sus esfuerzos a nada.  Hay dentro de nosotros algo que insiste en que somos merecedores.  Oh sí, nos fascina cantar como “abrazamos la vieja cruz”, pero nuestras palabras y nuestro espíritu nos delatan.  Nos gusta cantar como “decidimos” seguir a Cristo, y decirle a nuestros hermanos y hermanas todo lo que dejamos, para así poder un día reinar con El.  No vemos el sutil “trabajo” que mentalmente hay detrás de nuestras palabras.
En algunos círculos Cristianos, la palabra “vencedor” es muy popular.  Aquellos que reinarán con Cristo son los que han vencido la carne y las tentaciones que los asedian.  Ellos van adelante hacia el reino, mientras otros, menos leales al Rey, son permisivos con la carne.  Muchos de estos “vencedores” han vencido con orgullo religioso y ni siquiera lo saben.  Me entristece saber que este artículo  desviará el proceder de muchos con relación a estos temas, o debería decir en su relación con la muerte.
La persona que piensa que puede ofrecer algo a Dios a cambio de un poco de gloria, no será persuadida de lo contrario por las palabras de un hermano o hermana.  Un artículo como este no derriba sus teorías.  El viento tendrá que venir de Dios en forma de tormenta que los lleve a donde deben ir, pero no en sus propias fuerzas. Aquellos que buscan hacer cosas para ganar un lugar en el reino, tienen más de 700.000 palabras en la Biblia que pueden juntar  para crear un sistema de obras que justifique su torre Babilónica.  Regularmente van al Antiguo Pacto, desentierran una palabra de Dios, la cristalizan, y la declaran la palabra de Dios para hoy, exactamente como hizo Israel con la serpiente en el asta. ¿Quieres ser un vencedor?  ¿Quieres vencer las tinieblas de este mundo?  ¿Quieres obtener la victoria sobre la lujuria de los ojos,  la lujuria de la carne, y el orgullo de la vida?  La Biblia nos da la definición de “vencedor”.  Pero debo advertirte.  Esta definición es la definición de Dios.  No viene de un credo, artículos de fe, confesiones, ni declaraciones de membrecía de varias sectas cristianas.   He aquí la definición de “vencedor” de Dios.
“Pues este es el amor de Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos.  Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.”  (Juan 5:3-5). Como podemos ver, aquí tenemos otra Escritura que destruye nuestro orgullo religioso, si nos damos cuenta esta fe, es la fe de Jesús.  Por supuesto, ni siquiera esta Escritura derribara el oscuro razonamiento religioso de aquellos que han caído en el camino de: “yo he decidido seguir a Jesús”.  Solo un crudo despertar como el de Saulo camino a Damasco, podrá tratar este asunto.  Saulo estaba absolutamente convencido de que estaba haciendo la obra de Dios, hasta que encontró la obra de Dios!  Saulo necesito nuevos ojos antes de llegar a ser Pablo (significa pequeño), el apóstol para las naciones. Mucha de la dificultad que nosotros los Cristianos tenemos en nuestro caminar espiritual, radica en el hecho de que no hemos sido capaces de analizar la Biblia, es decir, no hemos “dividido correctamente” la Biblia.  Por ejemplo:  la mayoría de las Biblias contienen dos páginas que no deberían estar en ninguna Biblia.  Casi todas la Biblias tienen dos páginas de encabezamiento, una presentando lo que la editorial de estas Biblias titula “Antiguo Pacto o Testamento “y la otra página presentando lo que ellos llaman “Nuevo Pacto o Testamento”.   Esto es muy engañoso, de hecho falso.  No hay ninguna Escritura en toda la Biblia que autorice llamar desde Génesis hasta Malaquías, “Antiguo Pacto”, como tampoco hay instrucciones que autoricen a los modernos editores de la Biblia, llamar desde Mateo hasta Apocalipsis, “Nuevo Pacto”.  Todo esto no es más que tradición editorial que no ayuda en nada a comprender la Biblia, al contrario lo impide.  No se debe entender por Nuevo Pacto, un grupo de evangelios y cartas de los apóstoles.  Si un pastor típico de una iglesia promedio dijera: “vamos al Nuevo Testamento”, con seguridad toda la congregación iría a la última cuarta parte de la Biblia.  Esto muestra que tan condicionados han estado. Los evangelios y cartas que tan comúnmente han llamado Nuevo Testamento, fueron escritos durante un periodo de tiempo interrumpido en el cual el pueblo de Israel estaba siendo separado del Pacto Mosaico e introducido al Nuevo Pacto, el de la Ley de Vida en Cristo Jesús.  Cuando leemos los eventos de sus vidas, incluyendo las instrucciones que ellos recibieron de los apóstoles y de otros, debemos recordar que mientras Pablo predicaba “gracia a través de la fe”, los otros apóstoles aún no habían comprendido lo que estaba pasando.  Hubo una tremenda mezcla durante este período (que desafortunadamente aún existe).  Olvidamos que el templo acababa de ser restaurado.  El Sacerdocio Levítico con sus rituales seguía funcionando, mientras se escribía lo que incorrectamente llamamos Nuevo Testamento.  Los apóstoles de la circuncisión  seguían celosos por cumplir la Ley de Moisés y los reglamentos judíos! (Hechos 21:20), mientras creían que Jesús era el Mesías y el templo seguía en pie, los Cristianos Judíos, incluyendo los apóstoles continuaban ofreciendo sacrificios en el templo. (Hechos 21:23-24). Debemos entender que Jesús nació bajo la Ley Mosaica y que El tuvo que vivir una vida que cumpliera la ley perfectamente. Nos dañamos a nosotros mismos y dañamos a otros si tratamos de seguir el patrón de Su vida en la carne.  El fue llamado a hacer lo que ningún hombre en la tierra podía hacer, cumplir perfectamente la Ley de Moisés.  Por eso es que no encuentras a Jesús hablando en contra de la Ley de Moisés, aunque Pablo dijo muchas cosas en contra de aquellos que  pretendían mantener a los creyentes bajo la Ley Mosaica.  Pablo fue llamado el “Apóstol de la Incircunciso”.  Su Evangelio era de pura gracia.  El escribió sus cartas 20 o 30 años después de la Ascensión de Jesús.  El Espíritu Santo le mostró a Pablo que toda la estructura Mosaica, Israel, Jerusalén, el Templo, el Sacerdocio Levítico, toda la Ley Mosaica pronto iba a ser recogida como un rollo.  Jesús profetizó que esto sucedería dentro de la generación a la cual El predicó.  La destrucción de Jerusalén en el año 70DC perfectamente cumple las palabras de Jesús.
Para evitar que los creyentes traten de “copiar” la vida de Jesús en la carne, Pablo escribió. “De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así.”  (2 Corintios 5:16). Nuestro patrón no es Jesucristo en la carne.  Nuestro patrón es la vida que El preparó para nosotros individualmente en El en el espíritu.  He visto a muchos jóvenes zelotes Cristianos (yo fui uno de ellos) quemarse tratando de copiar al Jesús que ellos vieron en los evangelios.  Nuestro patrón no está en los evangelios.  Nuestro patrón esta en El, según el Espíritu.  Yo oro para que usted pueda escuchar esto! Entonces, para entender verdaderamente lo que es el reino de Dios, lo que el Nuevo Testamento envuelve, debemos echar fuera esas pesadas cadenas de tradiciones Cristianas que nos han tenido cautivos a sombras terrenales, figuras y engaños.  Este artículo solo sirve de introducción al tema de echar fuera las vestiduras de tradiciones que han detenido la gloria que nuestro Señor y Salvador quiere mostrar al mundo a través de Su pueblo.  (Otros escritos o  medios masivos de comunicación. donde tratarán con otros engaños que hemos digerido como sustitutos para la vida encontrada en el Reino de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.)

Seamos Prácticos

Usted se preguntará, y que significa todo esto para mí?  Bien, todo depende de quién esté leyendo.  Si usted ha sido criado en una fuerte dieta de “libre albedrío” (que son la mayoría), y aun sigue insistiendo en que usted decidió seguir a Jesús y que usted está “trabajando” en su salvación  temiendo que las llamas del infierno sigan produciendo tormento en su alma, si éste es usted, no hay nada que pueda decir que lo aparte de su engaño, sus obras inútiles y su vana pretensión.  Solo quítele el polvo a su tumba antes de regresar a su ataúd  y perdóneme por tratar de despertarlo de su sueño. Pero si hubo lugar en su corazón para la palabra que leyó, entonces arrepiéntase, de la vuelta, deje esos muros de religión que engordan el orgullo, que dividen a los hermanos con sistemas creados por el hombre basado en obras de la carne.  Si está seguro que usted es de arriba, salga de su tumba y busque a su madre, la Nueva Jerusalén y a su padre el Creador de toda la humanidad.  No se sorprenda si El le dice que salga de esa denominación que le esta exprimiendo la vida.  No regrese a no ser que su Padre Celestial le diga que lo haga.
Si usted ha estado sentado en las bancas del Cristianismo porque ellos lo asustan con la tortura eterna del infierno, de la cual prometen liberarlo si usted se une a su iglesia,  su apoyo es una estructura de papel, es una farsa.  No lo salvará de nada.  Salga de allí y vaya a su verdadero Padre. Algunos de ustedes nunca han recibido esta fe de la que estamos hablando.  Es algo que ni yo, ni ninguna iglesia puede dar.  Proviene de Jesucristo mismo.  Cómo y Cuándo una persona recibe esta fe, es un misterio para mí.  Yo se que la tengo.  Yo sé que no soy una persona mejor o que Dios me ama más porque tengo este regalo.  Estoy agradecido por tenerlo.  Yo solía creer que veía las cosas claramente antes de recibir este regalo.  Ahora sé que estaba ciego.
Por favor entienda, este artículo es sobre los Pilares de la Ley del Nuevo Pacto.  Yo no entre en el tema de la salvación intencionalmente.  Esta es otra llave doctrinal sobre la cual hay gran confusión.  Suficiente decir, que la mayoría de lo que la iglesia enseña sobre este tema es la más grande necedad y la peor blasfemia al precioso Nombre/Naturaleza del Creador, que Satanás debería avergonzarse de decir semejantes blasfemias.  (Ese tema es para otro artículo). Algunos de ustedes creen que Jesucristo es el Hijo de Dios, porque  creen que la Biblia es la palabra de Dios.  Algunos de ustedes creen, porque fueron criados como cristianos toda su vida, entonces solo creen.  Algunos de ustedes creen, porque la mayoría de los americanos son cristianos y usted se une a la mayoría.  Usted cree, pero usted no tiene fe.  Usted no tiene certeza.  Usted no tiene una relación con el autor de esta fe, Jesucristo.  A usted, le muestro una simple historia en Marcos: “Cuando llegó a donde estaban los discípulos, vio una gran multitud alrededor  de ellos, y escribas que disputaban con ellos.  Y en seguida toda la gente, viéndole, se asombro, y corriendo a él, le saludaron.  El les preguntó: ¿Qué disputáis con ellos? Y respondiendo uno de la multitud, dijo:  Maestro traje a ti mi hijo, que tiene un espíritu inmundo, el cual, dondequiera que le toma, le sacude; y echa espumarajos, y cruje los dientes, y se va secando; y dije a tus discípulos que lo echasen fuera, y no pudieron.  Y respondiendo él, les dijo: ¡Oh generación incrédula! ¿Hasta Cuándo he de estar con vosotros?  ¿Hasta Cuándo os he de soportar?  Traédmelo.  Y se lo trajeron; y cuando el espíritu vio a Jesús, sacudió con violencia al muchacho, quien cayendo en tierra se revolcaba, echando espumarajos.  Jesús preguntó al padre: ¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto?  Y él dijo: Desde niño.  Y muchas veces le echa en el fuego y en el agua, para matarle; pero si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros, y ayúdanos.  Jesús le dijo: si puedes creer, al que cree todo le es posible. E inmediatamente el padre del muchacho calmó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad. Y cuando Jesús vio que la multitud se agolpaba, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: espíritu mudo y sordo, yo te mando, sal del, y no estés mas en él.  Entonces el espíritu, calmando y sacudiéndole con violencia, salió; y el quedó como muerto, de modo que muchos decían: Esta muero.  Pero Jesús, tomándole de la mano, le enderezó; y se levantó.   (Marcos: 9:14-27) Para el Cristiano tradicionalista sin fe ni seguridad, le sugiero la oración de este padre.  “Creo, ayuda mi incredulidad”.  Por supuesto el Ayudador es el Espíritu Santo quien nos guía a toda verdad.  Y por supuesto Su tiempo y Sus citas divinas con sus hijos están en sus manos.  Nosotros tenemos el derecho de llorarle.  Está en El responder a este llanto.
Para aquellos que están seguros de que Su Espíritu ha sido depositado en ustedes, de que han nacido de Dios (palabra) porque usted “escogió” a Dios, arrepiéntase.  Si ha nacido de arriba o no, en su caso no importa, porque así haya tenido un nuevo nacimiento o no, usted sigue caminando hacia la muerte espiritual.  El orgullo hiede, así venga de un pagano o un Cristiano.
Para aquellos que me están oyendo en el Espíritu y su corazón está diciendo “amén” al mensaje de este artículo, hay mucho más para decir.  Los corazones de los  hijos sin miedo, están llenos de:  deseo de amar, de aprender, de crecer, de explorar, de madurar, de disfrutar las riquezas de la vida en Cristo Jesús, nuestro Señor, Salvador y Rey.  A usted le digo: Regocíjate porque el Reino de los Cielos esta cerca. En resumen, los dos pilares de las leyes del Nuevo Pacto son, la Fe y el Amor de Jesucristo.  La Ley de la Vida en Cristo Jesús, excluye cualquier sistema inventado por el hombre, e incluye la cristiandad que provee la calidad de vida que el Creador del universo quiere para la humanidad.  El camino a esta Vida y la Vida misma residen en una persona, Jesús (Yahshua, Yha salva y libera).  Es a través de la persona de Jesús el Mesías, que la relación de la humanidad con su Hacedor, Padre y Creador de todas las cosas, será finalmente restaurada.  Jesús es el fin de todos los intentos del hombre por glorificarse a sí mismo.  El deseo de nuestro Padre, siempre ha sido que tengamos una relación íntima con El y que nos reconciliemos unos con otros.  Los sistemas religiosos, incluyendo aquellos que usan Su nombre, nunca podrán lograr esto.  Al final, todas las religiones, incluyendo las denominaciones Cristianas, serán destruidas y remplazadas por la Verdadera Fe y Amor del Ungido.  Vida abundante solo se encuentra en la persona del Hijo de Dios, Jesús.
Autor Iglesia Del Dios Viviente Columna y Baluarte De La Verdad
Publicado por: DiegoMauricio Ortiz Guerrero